Industria

El espíritu de la competición

Una empresa italiana que empezó como concesionaria de Ferrari colabora ahora con el fabricante de automóviles deportivos de lujo para triunfar en los circuitos de carrera internacionales.

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Datos

La colaboración con SKF  

SKF lleva mucho tiempo trabajando con Michelotto Automobili. “Es una auténtica colaboración”, dice Giuliano Michelotto, fundador de la empresa. “Es un placer trabajar juntos. Podemos confiar en SKF. Sabemos que comprende nuestros problemas y que nos aportará soluciones”.

Contacto de venta

Fabio Falsetti, Fabio.Falsetti@skf.com

Desde hace casi medio siglo, la empresa italiana Michelotto Automobili transforma automóviles deportivos en automóviles de carreras con el objetivo de triunfar en circuitos de carreteras y pistas de todo el mundo. La empresa ha desempeñado un papel importante en la historia de las competencias de rally y Grand Touring (GT) a través de la producción de prototipos y la modificación de motores y carrocerías.

La lista de éxitos de la empresa incluye cinco campeonatos italianos con el Lancia Stratos, dos victorias en el Giro de Sicilia, y éxitos en carreras como el Tour de Francia, el Campionato Italiano Rally y Le Mans, principalmente a través de su relación con Ferrari.

Aunque actualmente es una empresa dedicada al diseño, desarrollo y construcción de automóviles, Michelotto comenzó en 1969 como concesionaria de Ferrari en la ciudad de Padua, cerca de Venecia. Su crecimiento está asociado íntimamente al mundo del rally y el GT, en los que refleja la creatividad y pasión por los automóviles de los italianos.

Como muchos aficionados a los automóviles de aquel tiempo, Giuliano Michelotto, fundador de Michelotto Automobili, primero se fijó en el popular Lancia Stratos, que utilizaba el sistema de transmisión del Ferrari Dino. Michelotto afirma que la experiencia adquirida con el Stratos puso los cimientos para la trayectoria posterior de la empresa en el rally.

A fines de 1976, recuerda Michelotto, la empresa empezó a construir y preparar el 308 GTB Gruppo 4 de peso ligero para Ferrari Francia y algunos particulares. “Aunque se construyeron menos de 20”, dice Michelotto, “tuvieron mucho éxito y despertaron una auténtica pasión entre los aficionados al rally, que venían a ver competir a los Ferrari”. Hoy, estos automóviles son auténticas joyas y sumamente valiosos.

A principios de la década del ochenta, Ferrari pidió a Michelotto que se encargara del trabajo de desarrollo de un nuevo modelo, el 288 GTO. Para que pudiera homologarse según las normas, recuerda, había que construir, al menos, 200 unidades del vehículo. “Y así nació el 288 GTO”, dice. Se construyó para competir en una nueva serie, el Grupo B. Sin embargo, tras la muerte del piloto Henri Toivonen y su copiloto Sergio Cresto en el Rally de Córcega de 1986 mientras pilotaban un Lancia Delta S4, la clase fue prohibida, y quedó solo el campeonato del Grupo A. Como resultado, el 288 GTO nunca llegó a competir y los 272 automóviles construidos quedaron como automóviles de carretera. Además, se construyó una pequeña cantidad de la variante supersofisticada del 288 GTO para carreras, el GTO Evoluzione. Los Evoluzione fueron adquiridos por algunos de los coleccionistas más famosos del mundo.

Desde entonces, Michelotto ha desarrollado o construido casi todos los automóviles de carrera de Ferrari en las categorías de automóviles deportivos y de rally y ha colaborado con Ferrari en el desarrollo de superautomóviles como el Ferrari F40.

“En aquel tiempo, para nosotros el rally era básicamente una carrera que se disputaba en las carreteras”, explica Michelotto. “A veces, teníamos que correr sobre caminos de tierra pero no era lo que realmente nos gustaba”. Señala carreras como el Giro de Sicilia y el Tour de Francia. “Una carrera sobre carreteras asfaltadas es la máxima expresión del arte de la fabricación automovilística, porque el automóvil debe rendir en su totalidad”, dice. “Un circuito es un entorno más especializado. El rally, en cambio, aprovecha y pone a prueba todo el vehículo. Constituye la prueba definitiva de la esencia misma del automóvil: cada componente es llevado al límite, desde los limpiaparabrisas hasta los faros, pasando por la climatización del habitáculo”. El Grand Touring, continúa Michelotto, “exige un diseño totalmente diferente al del circuito, con un enfoque técnico distinto, desde cómo se maneja el vehículo hasta la curva de potencia del motor, que evidentemente debe tener potencia y aceleración. Los automóviles de Grand Touring deben entregar un rendimiento máximo sobre grandes distancias. Es otro enfoque de proyecto”.

Para ganar, hacen falta muchas cosas, explica Michelotto: una organización eficiente, ideas innovadoras y personas muy competentes capaces de trabajar con espíritu de sacrificio. Los resultados están a la vista. Hoy, Ferrari es todo un referente en el mundo del Grand Touring gracias a su relación con Michelotto Automobili. “En 2014, fue un gran orgullo para nosotros ganar el campeonato mundial tanto de pilotos como de constructores”, dice Michelotto. “También ganamos el Campeonato Europeo Le Mans, el North America Endurance Championship, el Blancpain Championship y el GT de Asia; en total, nueve títulos”.