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Hans Rosling y el poder de la intimidad

Con la energía de un comentarista español de fútbol durante un derby, Hans Rosling, profesor de salud internacional, suma dos más dos y transforma una árida estadística en revelaciones sorprendentes sobre el estado del mundo.

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Una pareja joven conversa susurrando antes de acostarse, soñando con su futuro: «Tendremos dos hijos. Tendrán zapatos. Irán a la escuela. Y podremos comprarles una bicicleta y una guitarra. Y nos iremos todos de vacaciones a la playa».

Hans Rosling, profesor de salud internacional del Instituto Karolinska de Estocolmo, Suecia, describe esta conversación íntima durante una presentación en un congreso en Kuala Lumpur, Malasia, donde lo entrevistó Evolution.

Tal como lo ve Rosling, la clave del desarrollo está en los dormitorios; un número creciente de parejas jóvenes del mundo en vías de desarrollo están cruzando el umbral de la pobreza. Ahora tienen más salud y más dinero.

«El mundo está lleno de familias modernas», explica Rosling, y señala Vietnam, un país que ha pasado de una media de 7,3 hijos por familia y una esperanza de vida de 47 años en 1965, a dos hijos por familia y una esperanza de vida de 75 años en 2009. En ambos parámetros, Vietnam ahora está al mismo nivel que los Estados Unidos.

Y Vietnam no está solo, dice. Aunque las naciones más pobres siguen siendo pobres, un número creciente de países en desarrollo están alcanzando a Occidente en varios frentes, como la educación. «El número de ingenieros químicos y físicos que salen de las universidades indias y chinas ahora supera ligeramente el número de licenciados en Europa Occidental y Norteamérica», dice Rosling.

Estos cambios empezaron hace décadas, en los años 70 en Asia y América Latina, dice, pero parece que Occidente aún no los ha comprendido. Hablando con estudiantes en el Instituto Karolinska, Rosling descubrió que se regían por una visión mental de «ellos y nosotros», dividiendo el mundo en países ricos y países en desarrollo, con una enorme brecha entre los dos.

«La visión del mundo de los estudiantes suecos corresponde a la realidad que vivían sus profesores cuando nacieron (en los años 40)», dice Rosling. Esta comprensión le inspiró a promover una visión más basada en los hechos. En 2005, su hijo y su nuera desarrollaron el exclusivo software Trendalyzer para dar vida a la estadística, para «hacerla bailar», dice Rosling.

Con gráficos animados e interactivos, los países se representan con burbujas; su tamaño depende del tamaño de su población y su color del continente, rojo para Asia, azul para África, etc. En los ejes horizontal y vertical, pueden elegirse diversas variables relacionadas con el desarrollo mundial, como esperanza de vida, número de hijos, tasa de alfabetización o emisiones de CO2. Al activar el gráfico animado, se puede seguir la evolución de los países a lo largo del tiempo (se pueden elegir los países que se quieren observar), remontándose en algunos casos hasta principios del siglo XIX.

Para facilitar la comprensión de la estadística, Rosling utiliza múltiples recursos, desde gráficos hasta cajas de IKEA, y se ha convertido en un gurú global en su campo. Por ejemplo, fue una de las estrellas del documental de la BBC, The Joy of Stats, y sus presentaciones, colgadas en YouTube, tienen millones de visitas.

«Hoy lanzo un nuevo nombre para el mundo en desarrollo», dijo Rosling a los asistentes al congreso de Kuala Lampur. «Lo llamo ‘el mundo’ y es el lugar donde vive la gente. Es donde debe integrarse el mundo occidental. No al revés».