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La rueda sigue girando

La rueda sigue girando

Todavía faltaban varios meses para la inspección periódica de la gigantesca rueda de la fortuna del Parque Mtatsminda en Tiflis, Georgia, cuando de repente empezó a escucharse un ruido alarmante. Necesitaba una intervención urgente.

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La rueda de la fortuna (también ­llamada noria) que se encuentra al pie de la montaña de Mtatsminda mide nada menos que 63 metros de alto y es una de las grandes atracciones del Parque Mtatsminda, el principal parque de diversiones de la ciudad de Tiflis, Georgia. Con 80 años de antigüedad, el parque atrae cerca de 1,5 millones de visitantes al año, entre residentes locales y turistas.
 

Parque Mtatsminda

El Parque Mtatsminda fue fundado oficialmente en 1938.

Contiene cuatro sitios de importancia histórica y cultural que gozan de protección estatal: la rueda de la fortuna, la torre de televisión de 276,5 metros de altura, el funicular utilizado para llegar al parque, y el Funicular Restaurant Complex, con vistas panorámicas de la ciudad de Tiflis y la Iglesia de San David.

www.park.ge

Varios meses antes de la inspección periódica de la rueda de la fortuna, programada para el otoño de 2017 según las recomendaciones del fabricante, el equipo de mantenimiento del parque detectó un ruido que procedía de la sección central. Lo analizaron y determinaron que provenía de los rodamientos.

Aquí lo que está en juego es la seguridad de las personas.
Gela Digmelashvili, director del Parque Mtatsminda

“Aquí lo que está en juego es la seguridad de las personas. Por eso, el nivel de seguridad debe ser muy alto”, explica Gela Digmelashvili, director del parque. “No estamos hablando de una línea de producción donde una falla puede provocar paradas costosas de la producción. En nuestro caso, si la rueda de la fortuna se detiene allí arriba, la gente se sentirá desprotegida y tendremos que llamar a los servicios de emergencia”. Había que encontrar una solución confiable y duradera.

La gerencia del parque de diversiones se puso en contacto con SKF. Conocían su amplia experiencia en este campo. Por ejemplo, SKF había ­participado en el diseño y la construcción de la rueda de la fortuna High Roller en Las Vegas, con 168 metros de altura, y también en otras estructuras emblemáticas, como la rueda de la fortuna de Navy Pier, Chicago o la del Parque de Diversiones Liseberg en Gotemburgo.

Tras realizar una inspección detallada de la rueda de la fortuna de Mtatsminda, surgieron varios interrogantes. La rueda de la fortuna completa, incluidas las unidades de rodamientos, se construyó en 2010. Sin embargo, ni la documentación ni las especificaciones técnicas incluían información alguna sobre los rodamientos instalados, ni tampoco había instrucciones sobre su mantenimiento y reparación. Peor aún, no había ningún punto de acceso para lubricar los rodamientos.

Para reparar la rueda de la fortuna de Mtatsminda, SKF suministró dos rodamientos de rodillos a rótula 23188 CAK/W33 para el eje principal. Para la relubricación, se eligió la grasa SKF LGEV 2, óptima para cargas muy elevadas y rotaciones lentas.
Para reparar la rueda de la fortuna de Mtatsminda, SKF suministró dos rodamientos de rodillos a rótula 23188 CAK/W33 para el eje principal. Para la relubricación, se eligió la grasa SKF LGEV 2, óptima para cargas muy elevadas y rotaciones lentas.

Otros factores entorpecían el camino hasta la solución correcta. Lo señala Aliaksandr Badun, director de ventas industriales de SKF para el Cáucaso y Asia Central, que trabajó con Giorgi Chrelashvili, director de Bearings.ge LLC, distribuidora autorizada de SKF en Georgia, para resolver el problema.

“Cuando desarmamos la unidad de rodamientos, las marcas estaban gastadas y fue muy difícil averiguar exactamente en qué consistía el problema”, continúa Badun. “Al inspeccionar los rodamientos, se descubrió que el ruido se debía a una jaula dañada. La gerencia del parque tomó la decisión acertada de actuar con celeridad para evitar que la situación empeorara”.

SKF determinó que el cliente necesitaba una solución completa, que pasaba por instalar los rodamientos correctos y una opción de lubricación basada en las condiciones de servicio. La rueda de la fortuna funciona a la intemperie, todo el año, invierno y verano, independientemente de las condiciones meteorológicas y con temperaturas que oscilan entre -25 y +45 ºC.

“También hubo que tener en cuenta el peso muy elevado de la construcción, que era de 190 toneladas”, agrega Badun. “Por otra parte, al ser imposible relubricar los rodamientos con el diseño original, tuvimos que crear una solución a medida y diseñar un dispositivo de lubricación efectivo para los rodamientos. La grasa debía asegurar una protección confiable en condiciones de carga elevada y rotación lenta, y elegimos una grasa SKF para rodamientos con una viscosidad extremadamente alta”.

La necesidad de desarmar la rueda de la fortuna completa para sustituir los rodamientos planteó más complicaciones. El trabajo de desmontaje y reensamblaje se encargó a Kano, empresa georgiana de servicios metalúrgicos que utilizó dos grúas grandes bajo supervisión de los especialistas de SKF.
 

“Como íbamos a desarmar la rueda de la fortuna de todos modos, parecía lógico realizar una renovación a fondo, quitando toda la pintura antigua de los componentes y volviendo a pintarlos”, afirma Digmelashvili. “Por eso fue tan importante encontrar la solución óptima, ya que se trataba de un proceso muy largo. Quisimos hacer todo lo posible para que la rueda de la fortuna pudiera funcionar sin problemas durante muchos años”.

“Tanto nosotros como los visitantes del parque de diversiones agradecemos a SKF haber encontrado una solución efectiva con tanta rapidez”, agrega Digmelashvili. “Los trabajos de instalación fueron verificados con dispositivos de medición por láser y todos los componentes fueron ensamblados con precisión”.