El agua de lastre, a examen
Muchos buques cargan agua de lastre para mejorar su equilibrio, estabilidad e integridad estructural cuando navegan sin carga.
Para abordar esta cuestión, en 2004 se aprobó el Convenio sobre la gestión del agua de lastre, que entró en vigencia en 2017. El órgano rector del Convenio es la Organización Marítima Internacional (OMI), que ha introducido 17 pautas para la gestión del agua de lastre. La Guardia Costera de los Estados Unidos (US Coast Guard, USCG) tiene su propio reglamento, mucho más estricto, para el agua de lastre.
Con la entrada en vigencia de las nuevas normas de la OMI y la USCG, los armadores, operadores de buques y astilleros se enfrentan a grandes cambios y desafíos. En 2024, todos los buques deberán tener instalado un sistema homologado de gestión del agua de lastre (ballast water management system, BWMS).
Los incumplimientos podrán ser objeto de sanciones por parte de la OMI o la USCG. Las infracciones sin antecedentes podrán saldarse con una simple advertencia; sin embargo, los buques reincidentes probablemente serán multados. En casos extremos, las capitanías portuarias podrían restringir los movimientos o las operaciones de carga del buque. En el caso de que un buque tuviera que permanecer en puerto o retrasar la entrega de la carga, los costos podrían ser enormes. También existe la posibilidad de incrementar la frecuencia de las inspecciones a las que debe someterse el buque. A medida que se aproxime la fecha límite para adaptarse a las normas, encontrar la solución más rentable y práctica se convertirá en un tema prioritario.
Para ayudar al sector naviero a adecuarse a los reglamentos, SKF ha desarrollado el sistema de gestión del agua de lastre BlueSonic, que cumple los requisitos tanto de la OMI como de la USCG. Y para apoyar a las empresas navieras con asesoramiento e información sobre la gestión del agua de lastre, SKF ha dedicado una página web a este tema. Obtenga más información en skf-bluesonic.com.