Máximo rendimiento
El ciclismo forma parte de los Juegos Olímpicos de Verano desde el nacimiento del movimiento olímpico moderno en las Olimpiadas de 1896, que incluyó una carrera por carretera y cinco en pista. Sin embargo, las carreras de bicicleta de montaña son mucho más recientes, ya que tuvieron su debut en los Juegos de 1996 en Atlanta.
El ciclismo forma parte de los Juegos Olímpicos de Verano desde el nacimiento del movimiento olímpico moderno en las Olimpiadas de 1896, que incluyó una carrera por carretera y cinco en pista. Sin embargo, las carreras de bicicleta de montaña son mucho más recientes, ya que tuvieron su debut en los Juegos de 1996 en Atlanta.
El ciclismo de montaña se remonta a la década del setenta, cuando en Estados Unidos se adaptaron las bicicletas playeras cruiser con frenos más potentes y neumáticos gruesos, capaces de soportar descensos por pistas de montaña.
No fue hasta finales de la década del setenta y principios de la del ochenta que los fabricantes de bicicletas de carretera empezaron a fabricar bicicletas de montaña.
La variedad de terrenos por los que puede circular una bicicleta de montaña es enorme, lo que ha propiciado la creación de distintas especialidades dentro del deporte. Hoy los ciclistas compiten en categorías como cross-country, descenso y freeride.
La disciplina olímpica es una carrera tipo cross-country que puede incluir pendientes fuertes, terrenos rocosos y caminos por bosques, en la que los corredores alcanzan, a veces, velocidades de hasta 70 km/h. A estas velocidades y en estos terrenos, una caída puede tener consecuencias dramáticas. Por lo tanto, la bicicleta debe asegurar a los competidores una confiabilidad absoluta.
En los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016, ganaron las medallas de oro Nino Schurter, de Suiza, y Jenny Rissveds, de Suecia.
Ambos corredores utilizan bicicletas con horquillas de suspensión DT Swiss equipadas con sellos de SKF. Estas horquillas se caracterizan por una fricción baja y un contacto máximo con el suelo, lo que produce una sensación inigualable de control.