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Vía rápida hacia el futuro

Vía rápida hacia
el futuro

El concepto de transporte Hyperloop, descrito en 2013 por el icónico inventor y emprendedor Elon Musk, ha sido un gran estímulo para el talento científico. Recientemente, un equipo de estudiantes de la Universidad de Tecnología de Delft, en Holanda, ganó el primer concurso destinado a determinar su viabilidad.

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La Universidad de Tecnología de Delft tiene una larga tradición como participante (y ganadora) de concursos para diseñar automóviles eléctricos de competición de peso ligero y vehículos propulsados por energía solar. La relación entre SKF y los equipos de estudiantes también acumula muchos aciertos. Y cuando se necesitaba ayuda con el Hyperloop, SKF se ofreció como socio.

La cápsula Delft Hyperloop está equipada con tecnología de levitación magnética y de frenado que había que probar a altas velocidades. Para simular esas condiciones, se construyó un disco horizontal de aluminio. SKF ofreció piezas y asistencia técnica tanto para el disco como para el sistema de frenado lineal de la cápsula.

Igor Dorrestijn, jefe de proyecto del Centro de Ingeniería e Investigación de SKF, en Utrecht, Holanda, afirma: “Apoyamos firmemente estas iniciativas. Evidentemente, también esperamos que la próxima generación de egresados quiera unirse a nosotros o usar nuestros productos. Estamos dispuestos a apoyar proyectos que ayuden a transformar a los estudiantes en ingenieros competentes”.

Elon Musk, padre de PayPal y Tesla, ha hecho historia con proyectos revolucionarios como SpaceX y Solar City, y actualmente está ocupado preparando el primer viaje a Marte. En 2013 presentó el concepto Hyperloop, un sistema de transporte colectivo a través de un tubo casi al vacío. En este medio la resistencia del aire sería casi inexistente y deberían poderse alcanzar velocidades superiores a 1 000 kilómetros por hora. Según la visión de Musk, las cápsulas se desplazarían sin fricción por el tubo, impulsadas por un cojín de aire.

Desde el primer momento optamos por un enfoque integral.
Quint Houwink, estudiante de ingeniería aeroespacial y miembro del Equipo Delft Hyperloop

En 2015, Musk anunció que no tenía tiempo para trabajar él mismo en el Hyperloop e invitó al mundo entero a tomar las riendas del proyecto. Para impulsar su desarrollo, hizo construir “un tubo de prueba” en California y organizó un concurso. Desde las rondas preliminares en Texas, en las que hubo unas 200 propuestas, se seleccionaron 30 equipos para la eliminatoria final, celebrada en la sede de SpaceX en California en enero de 2017. Finalmente, se seleccionaron tres equipos para la ronda final. Uno de ellos fue el equipo Delft Hyperloop, integrado por 34 estudiantes de la Universidad de Tecnología de Delft, en Holanda.

Modelo a media escala
Modelo a media escala de la cápsula desarrollada por el equipo Delft Hyperloop.

El concepto Hyperloop

Hyperloop es un sueño que existe desde hace 200 años, pero Elon Musk fue el primero en promover un esfuerzo serio por convertirlo en un sistema para el transporte colectivo. Consiste en tubos en un estado de casi vacío (0,001 bar) a través de los cuales cápsulas con pasajeros o mercancías se desplazarían casi sin fricción a velocidades de más de 1 000 kilómetros por hora. Construir la infraestructura costaría miles de millones de dólares pero, aun así, sería más barato que una red de trenes de alta velocidad, y los costos de explotación serían una mínima parte de cualquier otro modo de transporte. Si además se cubriera todo el trayecto con paneles solares, podría generar más energía de la que usa. El Hyperloop debería ser viable comercialmente para distancias entre 500 y 1 000 kilómetros.

Quint Houwink, estudiante de ingeniería aeroespacial y miembro del equipo, explica la filosofía del equipo: “Desde el primer momento optamos por un enfoque integral”, dice. “No solo estudiamos los aspectos técnicos, sino también el diseño, la economía y temas relacionados con la escalabilidad y la sostenibilidad. Por eso, participaron estudiantes de todas las facultades”.

Quint Houwink
Quint Houwink, miembro del equipo Delft Hyperloop.

Mientras desarrollaban la idea original de Musk, el equipo hizo algunos cambios importantes. Llegaron a la conclusión de que la levitación magnética sería una opción más idónea para el transporte sin fricción que el cojín de aire de Musk. También propusieron un motor eléctrico lineal e idearon un revolucionario sistema de frenado intrínsecamente seguro que incluso recupera la energía utilizada para acelerar la cápsula.

El interior de la cápsula.
El interior de la cápsula.

En enero, el equipo llevó su cápsula a media escala a California, donde compitió contra un equipo alemán de Múnich y otro estadounidense del MIT. Aunque los alemanes presentaron la cápsula más rápida, el equipo holandés acabó ganando el concurso y recibió el premio “al mejor diseño y rendimiento general”.

La cápsula diseñada por el equipo Delft Hyperloop recibió el premio al mejor diseño y rendimiento general.
La cápsula diseñada por el equipo Delft Hyperloop recibió el premio al mejor diseño y rendimiento general.

El equipo Delft Hyperloop se disolvió una vez finalizado el concurso, pero sus logros se han convertido en los pilares de un nuevo emprendimiento llamado Hardt. Cuatro antiguos miembros del equipo han empezado a rediseñar la cápsula y actualmente están captando inversores para hacer realidad el Hyperloop. Mientras tanto, se han iniciado los preparativos en California para la próxima edición del concurso Hyperloop. Y allí estará la Universidad de Tecnología de Delft con un nuevo equipo.

El equipo Delft Hyperloop.
El equipo Delft Hyperloop.