Acción conjunta contra la piratería

SKF y el Grupo Schaeffler, los dos líderes mundiales del mercado, han destruido en la fábrica de FAG, en Schweinfurt, unas 40 toneladas de rodamientos falsificados con un valor nominal de aproximadamente ocho millones de euros.

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SKF y el Grupo Schaeffler, los dos líderes mundiales del mercado, han destruido en la fábrica de FAG, en Schweinfurt, unas 40 toneladas de rodamientos falsificados con un valor nominal de aproximadamente ocho millones de euros.

«Con esta acción conjunta queremos destacar el hecho de que la piratería de marcas y productos está lejos de limitarse a China o al sudeste de Europa», manifiesta Hans-Jürgen Goslar, miembro del Consejo de Administración de Schaeffler KG. «Podría decirse más bien, que es un fenómeno que tiene lugar en nuestra propia casa».

Los productos falsificados, que llevaban las marcas INA, FAG y SKF, se incautaron en un Concesionario de la región alemana de Franconia. El descubrimiento fue precedido de varios meses de extensas indagaciones. Las pesquisas partieron de una confidencia, que impulsó a las empresas a actuar conjuntamente, informando a los fiscales tan pronto como salieron a la luz suficientes signos de sospecha. Finalmente la división de investigación criminal registró el almacén del Concesionario.

«Los daños económicos resultantes de esas falsificaciones son difíciles de cuantificar, incluso para nuestras propias empresas», declara Ingrid Bichelmeir-Böhn, abogada y coordinadora antipiratería del Grupo Schaeffler. La investigación, incautación y destrucción profesional de los productos ha comportado enormes costes, además de las pérdidas en las ventas y de las significativas pérdidas en imagen a causa de la menor calidad de los productos fraudulentos, que pueden afectar al volumen de negocio futuro. Su eliminación exige un control estricto, puesto que sólo una completa destrucción puede descartar de una vez por todas el peligro para el consumidor.

Sin embargo, los daños no sólo afectan a las empresas que fabrican productos de marca y dedican grandes sumas a la investigación, desarrollo y garantía de calidad. También dañan a las compañías que instalan esos componentes. No obstante, los más afectados son los usuarios finales. Los rodamientos se usan en prácticamente todos los mecanismos rotativos, desde máquinas herramienta, turbinas eólicas, patines en línea y aparatos de rayos X, hasta vehículos de carretera y ferrocarriles. «Los rodamientos son componentes relacionados con la seguridad, y su avería puede tener consecuencias catastróficas», explica Claus-D Schulz, director del departamento jurídico y miembro del Consejo de Administración de SKF GmbH.

La falsificación de productos industriales perjudica considerablemente a la economía de Alemania, destruye puestos de trabajo y representa un peligro mortal para el usuario. La Asociación de la Industria de Fabricación de Herramientas de Alemania estima que sólo en su país el número anual de accidentes laborales debidos a productos falsificados asciende a 3.500 casos. Según la Federación Alemana de Ingeniería (VDMA), los daños económicos a la industria de bienes de capital se elevan a 4.500 millones de euros al año. «Si nos libráramos de la piratería de marcas y productos, en Alemania tendríamos otros 70.000 puestos de trabajo,» señala Doris Möller del Grupo de acción empresarial alemán contra la falsificación de productos y marcas.

¿Cómo pueden protegerse los compradores contra componentes falsificados? Fundamentalmente, sólo es posible hacerlo comprando los rodamientos de una fuente el 100 % fiable. Es decir, del fabricante o de Concesionarios Oficiales, y descartando el mercado gris. «Esto también es importante en cuanto a las reclamaciones de garantía», dice Claus-D Schulz. Los vendedores y compradores de rodamientos falsificados no pueden recurrir a la responsabilidad que cada fabricante asume por sus productos, sino que, todo lo contrario, son perseguidos por la justicia. Además, el comprador siempre debería consultar con expertos de la marca genuina cuando se le ofrezcan productos a un precio desproporcionadamente bajo. Ellos son los únicos que pueden efectuar una estimación fiable de si los productos son originales o falsificaciones.