Al Gore Un cruzado del clima
Resumen
Edad: 58 años
Familia: casado con Tipper. Cuatro hijos: Karenna, Kristin, Sarah y Al III
Vive en: Nashville, Tennessee
Aficiones: estrella de cine accidental
El ex vicepresidente de los Estados Unidos Al Gore ha conquistado un territorio nuevo en su lucha por un medio ambiente más limpio y una solución a la crisis climática.
«Hola, soy Al Gore, e iba a ser el próximo presidente de los Estados Unidos».
El ex vicepresidente Al Gore apenas necesita presentación. El hombre que perdió las elecciones presidenciales del año 2000 ante George W. Bush –por un fallo del Tribunal Supremo – ha dejado de ser un objeto de lástima para transformarse en un valiente defensor del medio ambiente, gestor de inversiones, ciudadano activo, conferenciante, magnate de los medios, experto en política exterior y entusiasta de Internet. Dice que se lo está pasando mejor que nunca.
Su película Una verdad incómoda, estrenada en todo el mundo a mediados de 2006, le ha significado a Gore una fama mundial aun mayor. Normalmente, las estrellas de cine se convierten en políticos. En el caso de Al Gore ha sido al revés.
Basada en las más de 1.000 conferencias que ha dado por todo el mundo a quien quisiera escucharlas, la película pinta un panorama alarmante en el que el calentamiento global amenaza la civilización, y si la raza humana quiere sobrevivir, tiene unos 10 años para empezar a cambiar las cosas.
La película cosechó excelentes críticas cuando se estrenó en el Festival de Cine de Sundance. En Los Ángeles la gente se puso en pie para aplaudirla.
Pero Al Gore es más que una estrella de cine que protagoniza una película con un solo actor.
Después de perder la carrera presidencial, Gore y su mujer, Tipper, pasaron seis semanas de vacaciones en Grecia y España. Regresó a casa sin afeitar, con una enorme barba que le hacía parecerse a Grizzly Adams. Fue satirizado sin piedad en los programas de entrevistas nocturnos. «Era simplemente su modo de decir que era libre», dijo Tipper Gore en su defensa en una entrevista concedida a la revista Wired.
Al Gore una vez se describió a sí mismo como un «político en recuperación». Además, califica el proceso político de «tóxico», lo que es comprensible, dado que no llegó a conseguir el empleo más poderoso del mundo por sólo unos pocos votos y un veredicto del Tribunal Supremo.
Hoy, Al Gore está más en la onda que nunca, y en entrevista tras entrevista rechaza cualquier plan de reincorporarse a la política y presentarse a presidente en 2008, pese a su enorme popularidad en las encuestas. El antiguo vicepresidente es miembro del Consejo de Administración de Apple Computer y es asesor de la alta dirección de Google, posiblemente las dos empresas más innovadoras del panorama tecnológico.
Hace dos años, Gore y David Blood, ex presidente de Goldman Sachs Asset Management, crearon Generation Investment Management, un fondo de inversión basado en los principios de la sostenibilidad. Su idea de negocio era la de capitalizar la economía futura restringida por el carbón.
Luego Gore y un consorcio de inversores reunieron 70 millones de dólares para comprar Current TV, un canal de noticias por cable de reciente aparición, con la idea de que los espectadores pudieran participar en la programación, algo parecido a lo que está haciendo YouTube en Internet. Irónicamente, cuando Gore estudiaba en Harvard, donde compartió habitación con el actor de Hollywood Tommy Lee Jones, escribió su tesis sobre la relación de la televisión con la presidencia.
¿Cómo se compaginan todos estos papeles diferentes: estrella de cine, entusiasta de Internet, periodista, experto en políticas, defensor del medio ambiente, profesor, gestor de inversiones, magnate de los medios y conferenciante?
En el mundode Gore, todos estos esfuerzos son piezas del mismo puzzle. Gore es un emprendedor neoverde con una fe mesiánica en el poder de la tecnología para detener el calentamiento global. Su objetivo es encontrar soluciones tecnológicas impulsadas por el mercado a la crisis climática por medio de una combinación de concienciación del público, medidas federales y el capitalismo de toda la vida. Como era de esperar, a la crisis climática la denomina una «cuestión no partidista».
Después de su exhibición en cines de todo el mundo, la película de Gore Una verdad incómoda se proyectará en las escuelas de los Estados Unidos gratuitamente. Gore y su mujer están actualmente formando a un ejército de presentadores con los mismos materiales visuales, fotográficos y de PowerPoint para que salgan de gira y divulguen el mensaje.
Es bastante inusual que un ex vicepresidente de los Estados Unidos, como lo es Al Gore, tenga una personalidad mediática tan fuerte después de dejar el cargo. El caso es que cuando era vicepresidente y se presentaba para presidente, Gore tuvo que lidiar con asesores que le aconsejaron que no se centrara en temas medioambientales. El presidente Bush le llamó, en un debate memorable, «el hombre-ozono».
Ozono o no ozono, se derrita el hielo o no, Al Gore ha logrado utilizar el poder de Internet en beneficio propio. Gore nunca fue un faro mediático cuando era vicepresidente y a menudo era eclipsado por las hazañas de Bill Clinton.
«Ahora resulta que Al Gore presentado por Al Gore es infinitamente más interesante y atractivo que el personaje anodino popularizado por los medios y recordado por los votantes», escribe Ezra Klein en un artículo publicado en American Prospect, una revista liberal de los Estados Unidos.
Y aquí es donde brilla Al Gore. Sin cargo oficial ni ataduras, Gore puede centrarse en lo que más le interesa. Gore se ha sentido particularmente herido por cómo le han retratado los medios de comunicación a lo largo de los años. A pesar de su vocación de periodista, han arremetido contra él por ser un exagerado, un camaleón ideológico y aburrido. La defensa de Gore es que la prensa es disfuncional y no informa a la gente.
Una cosa que Gore ha hecho para evitar ser examinado por la prensa después de su fallido intento presidencial es publicar sus discursos en el sitio web de la organización política MoveOn.org, lo que proporciona a Gore una línea directa con millones de activistas comprometidos de todo el mundo.
La idea es sortearlos medios de comunicación tradicionales para llegar a un público más amplio que aprecia los mensajes de Al Gore.
«Gore quiere cambiar las cosas, y no formar parte del proceso tergiversador y agobiante de los medios dominantes», ha declarado el ex presidente de FCC (Comisión de Comunicación Federal), Reed Hundt, amigo íntimo de Gore, en la revista Wired.
Cada vez que Gore da un discurso, tres millones de miembros de MoveOn reciben un enlace a dicho discurso por e-mail. Es un recital de Gore unplugged, y todo el mundo puede asistir.