Con la energía del viento
El respaldo del gobierno chino a la energía verde ha ayudado a Goldwind –el mayor fabricante de China de equipos para la generación de energía eólica– a doblar su volumen de ventas en los últimos años, llegando incluso a triplicarlo en 2007, cuando alcanzó los 285 millones de euros.
El respaldo del gobierno chino a la energía verde ha ayudado a Goldwind –el mayor fabricante de China de equipos para la generación de energía eólica– a doblar su volumen de ventas en los últimos años, llegando incluso a triplicarlo en 2007, cuando alcanzó los 285 millones de euros.
Industria
China es uno de los países con mayor potencial en energía eólica y ha experimentado un crecimiento espectacular en los últimos años.
«El mercado chino de energía eólica está en pleno auge, aunque todavía hay que mejorar las políticas de apoyo», dijo Li Junfeng, secretario general de la Asociación china de industrias de energías renovables (CREIA), en noviembre de 2007 en una feria comercial en Shanghái. «Con políticas más decididas a favor de la energía eólica, China podría convertirse en uno de los tres mercados mundiales más importantes del sector en 2020».
El carbón produce casi el 80 por ciento de la electricidad que se utiliza en China. Debido a la rápida industrialización, el país se ha convertido en el mayor emisor del mundo de gases de efecto invernadero. Más de la mitad del incremento mundial de las emisiones procede de China. Sin embargo, puesto que son los países industrializados miembros de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) los que han generado –y generan– la mayor parte de las emisiones de dióxido de carbono, China sólo es parte del problema global del cambio climático.
Pero, sea como fuere, China tiene que reducir su dependencia del carbón. Preocupado por su seguridad energética, el país está fomentando el desarrollo de energías más limpias a partir de su enorme potencial en
energía hidroeléctrica, solar, eólica y bioenergía.
El gobierno central de China se ha fijado una meta ambiciosa en energías renovables y proyecta casi duplicar la proporción de las energías renovables en su combinación energética global, del 8 por ciento en 2006 al 15 por ciento en 2020.
En lo que respecta a la energía eólica, el objetivo es tener una capacidad instalada de energía eólica de 30.000 megavatios en 2020 frente a tan sólo 1.250 megavatios en 2005. Al principio, esta meta parecía ambiciosa. Sin embargo, teniendo en cuenta el desarrollo actual de la capacidad instalada, parece que se cumplirá mucho antes de lo previsto.
Según el Informe de la Energía Eólica en China 2007, hecho público en la feria comercial Wind Power Shanghai 2007, la capacidad instalada de energía eólica en China podría alcanzar los 122.000 megavatios en 2020, equivalente a la capacidad de cinco presas de las Tres Gargantas.
La presa de las Tres Gargantas, en el río Yangtsé, es el mayor proyecto hidroeléctrico del mundo, con una capacidad prevista de 22.500 megavatios.
En 2007, China añadió 3.500 megavatios de capacidad de energía eólica, lo que representa un crecimiento del 156 por ciento respecto a 2006. China ahora ocupa el quinto puesto en el ranking mundial de capacidad instalada de energía eólica, con más de 6.000 megavatios a finales de 2007. Basándose en las tasas de crecimiento actuales, la CREIA proyecta una capacidad de 50.000 megavatios en 2015.
El creciente mercado de energía eólica de China también ha fomentado la producción nacional de turbinas eólicas. Actualmente, hay más de 40 empresas chinas dedicadas a su fabricación, y Goldwind es líder del mercado. «En 2007, los productos de fabricación nacional representaron el 56 por ciento del mercado anual, frente al 41 por ciento en 2006», según Li Junfeng, de la CREIA.
Los gigantes extranjeros de turbinas eólicas, como Gamesa de España, Vestas de Dinamarca, GE Wind de los Estados Unidos y Nordex de Alemania, todavía tienen presencia en el mercado chino, pero sus competidores chinos avanzan deprisa.
Xinjiang Goldwind Science and Technology Co. Ltd, con sede en Urumqi, la capital de la región noroccidental de Xinjiang, ha producido generadores de hasta 1,5 megavatios, pero también ha trabajado con la empresa alemana Vensys Energy AG para producir generadores de 2,5 y 3,0 megavatios y mantener a raya a la competencia de empresas extranjeras con más recursos económicos y técnicos.
Recientemente, Goldwind anunció la adquisición de una participación del 70 por ciento en Vensys con el objetivo de producir estas turbinas eólicas a gran escala. La empresa también proyecta construir una planta en Alemania junto con Vensys.
Goldwind, que empezó a cotizar en la Bolsa de Shenzhen en diciembre de 2007, es el líder nacional de su mercado, con una participación superior al 25 por ciento en el mercado de equipos eólicos. Sus equipos se utilizan en varios parques eólicos de China, situados, por ejemplo, en Xinjiang, Guangdong, Zhejiang, Hebei, Pekín y Mongolia Interior.
Con su política energética, China está haciendo una contribución activa para solucionar el problema del calentamiento global. El debate actual sobre el cambio climático puede impulsar el desarrollo de nuevas tecnologías, una mayor eficiencia energética y fuentes alternativas de energía.
Una amplia colaboración
Goldwind tuvo un proyecto importante relacionado con los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. La empresa entregó 33 turbinas eólicas de 1,5 megavatios cada una a la Villa Olímpica de Pekín. SKF suministró los rodamientos, la lubricación y los productos de monitorización de la condición y pudo acortar el plazo de entrega de 22 meses a 8 meses, asegurando con ello que el proyecto se concluyera a tiempo.
SKF suministra productos y servicios de alta calidad a Goldwind desde 2005. La empresa también ayuda a Goldwind a optimizar su cadena de suministro e imparte formación a sus empleados.