Crecimiento verde
Ocho edificios de SKF, tres de ellos en China, han conseguido la calificación Oro de la normativa internacional sobre Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental (LEED). Un éxito que demuestra el compromiso permanente de la empresa con la construcción de edificios nuevos y sostenibles.
Los edificios son responsables del consumo de gran parte de la energía que generamos en el mundo. Es más, los edificios comerciales y residenciales concentran hasta un tercio de la energía total y emiten una proporción similar de gases de efecto invernadero (considerados la principal causa del cambio climático).
Según Åke Larsson, jefe de proyecto para las instalaciones del Grupo SKF, los aspectos medioambientales son cada vez más importantes en la construcción de edificios nuevos. Por eso, es indispensable obtener las certificaciones oportunas siguiendo el sistema de clasificación marcado por la normativa Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental (LEED), desarrollada originalmente por el Consejo de la Construcción Ecológica de los Estados Unidos.
La certificación LEED evalúa las características ecológicas de los edificios, y los clasifica como: Homologado, Plata, Oro o Platino. Ocho edificios de SKF en todo el mundo han conseguido la calificación Oro, tres de ellos en China. Además, dos edificios de de SKF han obtenido (respectivamente) las calificaciones de Platino y Plata.
“Estamos viviendo un sueño”, dice Larsson. “Cada vez más empresas optan por proyectos más ecológicos y tienen como objetivo empresarial la sostenibilidad a largo plazo. SKF está construyendo edificios de alta eficiencia energética porque es una de las maneras más rápidas, baratas y limpias de dar respuesta a los retos medioambientales y energéticos”. Y añade: “Lo mejor de los edificios verdes LEED es que cada lugar ofrece posibilidades distintas para adoptar soluciones ecológicas. Muchos edificios de SKF destacan por su compromiso con la sostenibilidad”.
A modo de ejemplo, Larsson menciona la India, donde las soluciones para la gestión del agua son aún más necesarias que las relativas a eficiencia energética. “Recogemos el agua pluvial y la aprovechamos. También tenemos una política de cero vertidos”, dice.
En China, en cambio, lo que prima es el ahorro energético. Casi la mitad de todos los edificios que se construyen en el mundo están en China. “Con tantas centrales térmicas de carbón intentando cubrir la demanda de electricidad, nosotros buscamos soluciones que disminuyan las emisiones de gases de efecto invernadero”, explica Larsson. “En Shanghái, un edificio LEED de SKF genera el 50% de la energía que necesita con placas solares”.
Una mayor eficiencia energética permite a los consumidores disfrutar del mismo nivel de confort sin tanto consumo de energía. De hecho, los edificios LEED de SKF son los más rentables a la hora de reducir el consumo energético y las emisiones de gases de efecto invernadero.
En Beijing, Liu Yuchuan trabaja como gestor de cuentas de EMSI, una multinacional que ofrece asesoramiento en eficiencia energética, ecologismo y sostenibilidad para edificios y comunidades. “Obtener por primera vez la certificación LEED en China marcó un hito en las prácticas de sostenibilidad global de SKF, y también aportó argumentos a favor del desarrollo ecológico en el país”, dice Liu. “Desde hace unos años, el gobierno es más consciente de la importancia que tiene la sostenibilidad y del papel que juegan los edificios verdes, y está elaborando políticas ecológicas para el sector de la construcción”.
Liu dice que, al poner en práctica los conceptos teóricos, SKF se ha convertido en un referente nacional e internacional en el consumo de energía y agua. “La Calificación de Fábricas Sostenibles es el proceso de certificación propio de SKF”, dice. “Al igual que LEED, es un método de clasificación de prácticas sostenibles, pero centrado en el proceso de fabricación. Es un componente clave del éxito de SKF y un buen ejemplo para las fábricas chinas, ya que muestra que las prácticas respetuosas con el entorno pueden generar beneficios”.
Según Song Yi, director general de EMSI Norte, los mayores estímulos para mejorar la eficiencia energética son la educación, la divulgación y una apuesta decidida por el uso de soluciones nuevas y existentes.
“A menudo, para medir el ahorro hay que saber gestionar los sistemas de iluminación, el aire acondicionado y la calefacción”, dice Song. “Muchos edificios de SKF tienen controles automáticos”.
Song explica que, aunque muchos promotores locales eligen el sistema propio de certificación de China, la etiqueta Green Building Design, son cada vez más los que optan por la certificación LEED, al ser un estándar reconocido internacionalmente.
“El mercado chino aún no está familiarizado con todo lo que los edificios LEED pueden ofrecer. Muchos promotores anteponen el ahorro en costes a la calidad”, dice Song. “Tenemos que convencer a los promotores y a la comunidad de que los edificios LEED son una magnífica inversión, tanto ahora como de cara al futuro”.
Larsson dice que un edificio sostenible tiene más valor en el mercado y ofrece un mejor entorno laboral.
“SKF está construyendo algo de lo que podemos sentirnos muy orgullosos. La empresa está comprometida con la sostenibilidad medioambiental a todos los niveles”, explica. Además, SKF ha sido capaz de transmitir su filosofía medioambiental a sus proveedores.
Larsson admite que un edificio LEED puede generar costes adicionales que anulen algunos de los beneficios, pero está seguro de que vale la pena. “La rentabilidad es importante, pero es más importante obrar correctamente”, afirma. “Queremos crear algo para la próxima generación, un futuro limpio para nuestros hijos y nietos, sin agotar todos los recursos del planeta”.
Edificios SKF con certificación LEED
Hasta ahora, 10 edificios de SKF en el mundo cuentan con certificación LEED. Todos menos uno han obtenido la calificación Oro o Platino.
La certificación Oro se ha concedido a centros en:
- Tver, Rusia
- Bengaluru, India
- Mysore, India
- Ahmedabad, India
- Jinan, China
- Dalian, China
- Shanghái, China
- Cleveland, EEUU.
La SKF Solution Factory en Katowice, Polonia, tiene la certificación Plata, y la sede norteamericana de SKF en Lansdale posee la codiciada certificación Platino.
Dos de las incorporaciones más recientes a la lista LEED son las fábricas de rodamientos en Ahmedabad y Dalian.
En marzo de 2013, SKF anunció que el centro de Ahmedabad había recibido la certificación Oro del IGBC (India Green Building Council). La decisión se basó en el ahorro energético del edificio (un 23% por encima de lo normal) y en su escaso consumo de agua (un 30% por debajo de la media). La fábrica también destaca por la excelente calidad del aire interior y por su reducido impacto medioambiental a nivel local y global.
La fábrica de Dalian obtuvo su calificación LEED Oro en agosto de 2013, con un consumo de agua y energía muy por debajo de los niveles habituales. Además, tiene un tejado altamente reflectante, placas solares para el agua caliente, un sensor de CO2 y una extensa zona con vegetación local que sirve de hábitat, promueve la biodiversidad y reduce el uso de agua de riego.