Cuidando el negocio
“Al tener presencia en unos cien países, somos responsables no sólo de nuestro éxito empresarial, sino también de nuestro entorno”, dice Lam. “Tocamos la vida de muchas personas a través de los empleos que creamos y a través de la educación y la creación de competencias”.
Un enfoque responsable y sostenible es una parte importante de la filosofía empresarial de SKF y se aplica no solo a las operaciones de ingeniería, sino a todas las actividades de la empresa en todo el mundo.
SKF aplica la responsabilidad social corporativa (RSC) desde hace muchos años, pero en 2006 se formuló el concepto en forma de programa –el programa SKF Care (Dedicación SKF)– para que fuera más fácil identificarse con él, explica Sim Tee Lam, jefe de comunicación para Sostenibilidad Corporativa.
“Al tener presencia en unos cien países, somos responsables no sólo de nuestro éxito empresarial, sino también de nuestro entorno”, dice Lam. “Tocamos la vida de muchas personas a través de los empleos que creamos y a través de la educación y la creación de competencias”.
El compromiso a largo plazo de SKF se hace patente en un estudio llevado a cabo por la consultora de comunicación sueca Hallvarsson & Halvarsson sobre las 700 empresas europeas más importantes. SKF fue la primera empresa sueca en obtener el máximo de 12 puntos. Administración, un código ético, objetivos medioambientales expresados en cifras y su adhesión a la Iniciativa mundial GRI fueron algunos de los doce indicadores examinados por el estudio.
Cuidar el negocio y asegurar la rentabilidad, fabricar productos de alta calidad y tener clientes satisfechos son elementos importantes de la Dedicación SKF. Sin embargo, igual de importantes son los empleados, ya que encarnan las competencias y los conocimientos de la empresa.
“Es importante para nosotros no solo tener un entorno de trabajo seguro, sino también que nuestros empleados se sientan bien y puedan acceder a un programa de desarrollo”, dice Lam.
Cree que con la RSC todo el mundo gana. Para ser rentable, una empresa debe ser sostenible, lo que confiere una gran importancia al impacto ambiental.
“Con nuestras fábricas, almacenes y centros de distribución, afectamos al entorno”, dice Lam. “Consumimos energía y generamos residuos, pero también desarrollamos formas de reducir nuestro impacto a través de tecnologías nuevas, utilizando menos lubricantes y combustibles”.
SKF pide a sus proveedoresque informen de sus emisiones. “Es un proceso bastante complejo”, dice Lam. “En Occidente empieza a ser algo habitual, pero en otros países puede presentar dificultades importantes. En algunos casos, también ayudamos a nuestros proveedores a reducir sus emisiones de CO2 y su consumo energético”.
“Otra faceta del programa Dedicación SKF es la atención a la comunidad. Una parte es crear empleo, pero la intención es hacer mucho más, aplicando un enfoque que varía en función del país”, explica Lam.
“Intentamos integrarnos en la comunidad local para identificar sus necesidades”, continúa. “En Sudáfrica, por ejemplo, hemos construido un centro para niños con VIH y SIDA o cuyos padres tienen la enfermedad”.
En otros países, el programa tiene otros objetivos. En Turquía, SKF combate el analfabetismo entre las niñas otorgando becas junto con colaboradores, proveedores y clientes. En Austria, SKF facilita formación laboral a adolescentes con discapacidad psíquica o física para mejorar sus oportunidades de empleo.
Lam no cree que la crisis financiera pueda afectar a este proceso. “Es cierto que las turbulencias financieras plantean dificultades, pero estamos comprometidos a potenciar la Dedicación SKF en nuestros procesos empresariales para que no se considere algo adicional”, expone. “La Dedicación SKF no es algo que hacemos solo cuando todo va bien; también nos importa en la adversidad”.