Da que pensar
Hay una recesión global y las empresas buscan formas de reducir costes. Pero no es el fin del mundo, aunque obligue a tomar decisiones difíciles. Para sobrevivir a la crisis, simplemente hay que pensar mejor.
Hay una recesión global y las empresas buscan formas de reducir costes. Pero no es el fin del mundo, aunque obligue a tomar decisiones difíciles. Para sobrevivir a la crisis, simplemente hay que pensar mejor.
Industria
Mientras las economías se encogen, las empresas luchan contra la recesión y se ven obligadas a evaluar la capacidad y la eficiencia de sus estructuras organizativas y métodos de negocio. La mala noticia, a corto plazo, puede ser la necesidad de despedir a una parte del personal. Pero desde una perspectiva a más largo plazo, la recesión también ofrece algunos beneficios. Entre otras cosas, obliga a las empresas a cuidar mejor sus recursos, acelera el cambio, fomenta la creatividad y disminuye la competencia.
De hecho, cualquier bache del mercado abre nuevas oportunidades de negocio. Con menos dinero para gastar, los consumidores acudirán más a las tiendas de descuento. Los negocios de reparación aumentarán su facturación porque la gente preferirá reparar un objeto gastado que cambiarlo por otro nuevo. Las empresas de seguridad ganarán clientes al haber más delincuencia por culpa de la recesión. Las casas de empeño y las empresas de ejecución de hipotecas verán el futuro con ilusión. Muchas empresas que iniciaron su andadura en épocas de recesión ahora son nombres conocidos en el mercado global, por ejemplo, Microsoft e IBM.
Un ejemplo actual de métodos de negocio nuevos es el coche Nano de Tata Motors en la India. Son tiempos difíciles para los fabricantes de automóviles; crecen los stocks de vehículos nuevos sin vender en todo el planeta y los fabricantes reclaman ayudas a los gobiernos. Puede parecer un momento inoportuno para lanzar un modelo nuevo, pero un planteamiento de diseño fuera de lo corriente puede convertir el nuevo coche de Tata en un éxito.
El hecho de que el pequeño Nano ofrezca la manera más barata de desplazarse en cuatro ruedas no es una respuesta a la recesión. Tata Motors diseñó el vehículo desde el primer momento con el objetivo declarado de traer movilidad a los millones de personas que hasta ahora sólo han ido en ciclomotor, la forma de transporte universal por excelencia en la India. Ahora, con el Nano, puedes ser el orgulloso propietario de un coche por el módico precio de 1850 euros. Y aunque representa la conducción en su estado más básico, el Nano ha recibido muchos elogios de la prensa automovilística internacional por su diseño eficiente.
Sin embargo, el Grupo Tata ha notado el bajón al igual que todos los demás fabricantes de automóviles (exacerbado por adquisiciones caras como Jaguar/Land Rover).
Por ello, Tata ideó una forma innovadora de financiar el desarrollo y la producción iniciales del coche. La empresa envió hojas de pedido a compradores potenciales en todo el país, cobrando 300 rupias (4,50 euros) a las personas que rellenaron la hoja. Y además, Tata, que sólo construirá 100 000 coches de momento, organizó un sorteo entre el 9 y el 25 de abril para ver cuáles de los 203 000 pedidos «ganaban» la oportunidad de comprar uno de los coches.
Otras empresas están fomentando una mayor eficiencia entre sus empleados para combatir los efectos del receso del mercado. La empresa sueca Ericsson, líder mundial en la producción de infraestructuras de comunicación fija y móvil, acaba de lanzar un programa llamado Excelencia operacional personal (POE, Personal Operational Excellence). La iniciativa pretende generar mejoras en todos los ámbitos, con el objetivo final de influir en los resultados financieros de la empresa.
El POE también debería tener efectos beneficiosos para los empleados, al identificar formas de simplificar y mejorar su trabajo. Según un estudio anterior de Ericsson, el 82 por ciento de los empleados pasaban mucho tiempo en reuniones, y el 52 por ciento creía que podría ahorrar varias horas por semana si esas reuniones fueran más eficientes. Y casi todos opinaban que recibían demasiados correos electrónicos.
«Muchos empleados tienen la sensación de malgastar tiempo por culpa de reuniones mal planificadas o correos innecesarios», dice Hossam Kandeel, responsable del programa de Ericsson. «Reuniones ineficientes y demasiado correo son problemas para la empresa y pueden provocar estrés. Pero son factores que nos proponemos corregir. El mayor beneficio es que la gente se siente mejor sin ese estrés. Y si te sientes mejor, también trabajas mejor».
El programa gira en torno a la idea de que si los empleados planifican con cuidado su jornada laboral, pueden llevar a cabo sus tareas de forma más eficaz y con menos distracciones estresantes. Hay una serie de embajadores de la iniciativa POE repartidos en cada unidad de negocio de Ericsson. Estos embajadores difunden sus conocimientos y sus habilidades a sus colegas. Por otra parte, todos los empleados pueden visitar una web interna dedicada al programa POE que ofrece consejos sobre cómo organizar reuniones eficaces, cómo no perder tiempo en correos electrónicos y cómo hacer un uso más eficiente del tiempo a lo largo del día. «Piensa de forma más INTELIGENTE», exhorta el material informativo interno que acompaña al programa.
«Uno de los aspectos más importantes del POE es que no es un proyecto de duración limitada», dice Kandeel. «Forma parte de un proceso de mejora permanente de nuestro trabajo diario. Es una nueva forma de pensar».