Digitalización: elegir las herramientas adecuadas
A nivel mundial, la “Revolución de la Industria 4.0” está transformando la forma en que se producen y entregan los bienes; en respuesta a esto, las empresas se lanzan a la digitalización en un intento de no perder posiciones. Sin embargo, un enfoque más pausado y considerado, que permita elegir los productos cuidadosamente desde un cuadro de herramientas digital, puede ser más acertado.
Las empresas deben utilizar la digitalización para potenciar la eficiencia, mejorar la calidad del producto y agilizar las cadenas de suministro.
“Se trata de sustituir la cadena de valor por un enfoque circular de forma eficiente y escalable, recopilando los datos correctos desde los activos y los procesos”, explica Hernández. “A continuación, generamos propuestas útiles y tangibles para nuestros clientes. El poder de la analítica reside en su capacidad para crear procesos más ágiles, mejorar la transparencia y reducir errores. Combinar una selección cuidada de las herramientas digitales con una analítica de primer nivel permite rentabilizar la inversión a través de puntos de precio más bajos, un monitoreo mejorado de activos y el uso de código fuente abierto para el crecimiento”.
Digitalizar la logística de la cadena de suministro llevó a la minorista de alimentación suiza Migros a desarrollar un modelo de “previsión iterativa” basado en análisis repetidos. El resultado fue que, al poder iniciar la preparación de pedidos antes de que los cursaran los propios supermercados, la calidad del producto aumentó. Y en un sector donde la eficiencia se mide en rapidez de entrega y frescura del producto, una ventaja como esta es clave.
Las herramientas analíticas son imprescindibles para potenciar el crecimiento de las ventas. La solución eSales de Apptus analiza el vínculo entre la intención de compra del cliente y la materialización de la venta. En Suecia, Bokus.com utiliza la comprensión predictiva del consumidor que ofrecen las herramientas de Apptus para generar «boletines de recomendación digitales y personalizados». La empresa de comercio electrónico informó que la facturación promedio aumentó un 100% para los clientes que recibieron estas ayudas individualizadas.
El poder de la analítica reside en su capacidad para crear procesos más ágiles, mejorar la transparencia y reducir errores.
Freddy Hernández, director de gerencia de productos, Rendimiento de equipos giratorios, SKF
También existe la percepción de que la digitalización es una opción para empresas jóvenes. Según un estudio realizado en 2018 por Forrester Consulting para la multinacional del software SAP, “el 88% de los fabricantes innovadores habían iniciado o completado su transformación digital frente al 54% de las otras empresas”. Estos titubeos digitales tienen su explicación. La digitalización exige un cambio cultural importante y obliga a plantearse preguntas como: ¿qué impacto tendrá la digitalización sobre el trabajo en el futuro? Una apertura y una mayor transparencia, ¿supondrán un escrutinio de los servicios también mayor? ¿Y si la digitalización es excesiva y los requisitos en materia de protección de datos son cada vez mayores? ¿A quién pertenecen los datos en una colaboración? ¿Y cómo se puede garantizar que solo se compartan los datos necesarios?
La digitalización abre la puerta a nuevos ámbitos de regulación y plantea la pregunta sobre quién será el responsable final de las acciones cometidas por máquinas automatizadas. Todas estas problemáticas solo podrán resolverse a través de un enfoque colaborativo impulsado desde las empresas.
¿Y el futuro? “El cliente estará en el centro; nuestra obligación será eliminar los puntos débiles para evitar paradas en sus procesos”, explica Hernández. Una digitalización bien planteada permite a la industria producir bienes y servicios personalizados, inteligentes a nivel digital y centrados en el cliente. Sin embargo, el mercado con más potencial de crecimiento se ve actualmente en la servitización, con la venta de soluciones completas en vez de meros productos acabados. A menudo, la infraestructura necesaria para recopilar, procesar y explotar los datos se incluye como parte de un paquete completo de servicios.
Es precisamente lo que hace el fabricante holandés Philips como proveedor del servicio de iluminación en el aeropuerto Schiphol en Ámsterdam. Schiphol solo paga la iluminación consumida. Philips no solo sigue siendo propietaria de las instalaciones y la infraestructura, sino que trabaja con Schiphol para lograr sus ambiciones corporativas de sostenibilidad al crear un ecosistema digital que garantiza el máximo rendimiento y valor del sistema de iluminación. En el segmento de consumo, Apple fue partícipe de la digitalización de la industria de la música ya en 2001, cuando lanzó iTunes para complementar el lanzamiento del iPod ese mismo año. En SKF, Hernández destaca el pilar central de la oferta de servicios de la empresa: “al unir conocimientos y competencias a través de tecnologías conectadas, el Rendimiento de equipos giratorios garantiza una rotación confiable, maximiza el ahorro e impulsa mejoras”.
“La rapidez en la incorporación de innovaciones nuevas es un factor crítico”, prosigue, “pero solo lo podremos conseguir si nos centramos en lo que realmente importa a nuestros clientes y si agregamos un valor real y escalable”. Mientras la industria emprende su viaje hacia la digitalización, deben primar las soluciones pragmáticas, los productos correctos y las mejores colaboraciones para así poner a disposición de las empresas todo lo que necesitan y nada de lo que no necesitan.