Disciplina fiscal Sudamérica sobrevive a la crisis

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Resumen

Está formada por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guayana Francesa, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
Las principales industrias son la agricultura, la pesca, la petroquímica y la automoción.
La población es de más de 380 millones de personas (la de América Latina, con México, Amrica Central y el Caribe es de 570 millones de personas).
Brasil, con 191 millones de habitantes, es el país más importante. En 2008 su PIB ascendió a 1610 millones de dólares (1265 millones de euros).


Con una pujante clase media, democracias sólidas, economías de mercado libre y una diversidad de socios comerciales, Sudamérica se ha convertido en un motor de crecimiento para el mundo entero.

Fugas de divisas, corrupción, inflación, impagos de deudas, bancos centrales en quiebra, gobiernos militares y golpes de estado antes eran términos utilizados habitualmente para describir Sudamérica. Pero las cosas han cambiado.

Hoy en día Sudamérica está formada por 13 fuertes economías que han salido airosas de la actual recesión global gracias a sólidas políticas fiscales y democráticas.

Aunque no todo es de color rosa en Sudamérica –Venezuela devaluó su bolívar para atajar una inflación creciente y estuvo al borde de la guerra contra Colombia a principios de 2010–, otros países ricos en recursos naturales como Brasil, Argentina, Chile y Perú han registrado tasas de crecimiento anuales de entre el 4 y el 9 por ciento desde 2004, según el World Factbook de la CIA.

Antigua dictadura, Chile ha implantado políticas de mercado y reformas democráticas, convirtiéndose en un modelo para los países en vías de desarrollo. Además, ha sido el primer país sudamericano admitido en la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), convirtiéndose en enero de 2010 en el miembro n.º 31 de este grupo de naciones prósperas que cuenta con medio siglo de historia. Brasil y China todavía no han sido invitados a integrarse en la organización.

«Las perspectivas económicas para Sudamérica son mucho mejores hoy que en la década de los años 80, a la que los economistas llaman la Década Perdida«, dice Jeff Dayton Johnson, economista responsable de la Oficina para América Latina y el Caribe en la sede de la OCDE en París. «Las economías de la región están más abiertas a los flujos comerciales y de capitales, y están expuestas a la economía mundial en general, lo que no significa necesariamente más vulnerabilidad. De hecho, las economías que están integradas en el sistema global también resisten mejor una recesión global».

En círculos económicos existe el dicho «cuando estornuda Estados Unidos, América Latina se resfría». Esto ocurrió a principios de la década de los 80 cuando una recesión en los Estados Unidos se propagó por toda la región, provocando una grave crisis de deuda que dejó estancado el crecimiento.

Hoy, con una crisis económica global que algunos comparan con la Gran Depresión, los analistas creen que la historia no se repetirá.

Una de las razones es el crecimiento del comercio bilateral entre Sudamérica y Asia para alimentar la demanda asiática de materias primas y abastecer a la floreciente clase media sudamericana con productos manufacturados.

«Los países sudamericanos tienen una base comercial mucho más amplia que en el pasado. Tienen más mercados internacionales y, en general, la mayoría de los países gozan de democracias sólidas. El concepto de una economía capitalista de libre mercado se ha arraigado y está ampliamente aceptado», dice Douglas Smith, jefe regional de investigación para las Américas del Standard Chartered Bank de Nueva York.

«La región ha puesto orden en sus organismos fiscales», dice Pamela Cox, vicepresidenta para América Latina y el Caribe del Banco Mundial en Washington DC.

«En el pasado los problemas externos se propagaban rápidamente por gran parte de la región, provocando una devaluación rápida de las divisas, más inflación y dejando a los pobres mucho peor de lo que ya estaban. Pero la región aprendió de las crisis pasadas. La prueba más llamativa de esta nueva resistencia son los resultados relativamente superiores a los del Este Europeo y Asiático durante la crisis global. Al mismo tiempo, esta región típicamente de renta media logró sacar a 60 millones de personas de la pobreza entre 2002 y 2008».

Dependiendo de la organización utilizada como fuente de información –la OCDE, la ONU, el Banco Mundial o Fitch Ratings– y de si los números corresponden a Sudamérica o América Latina en conjunto (que incluye, además, a México, América Central y el Caribe), la región experimentará un crecimiento del PIB de entre el 3 y el 4 por ciento en 2010, después de la contracción del 2 por ciento en 2009.

Pero la mayoría de los analistas coinciden en que el continente está bien posicionado para la recuperación, e incluso podría contribuir a la recuperación mundial, potenciando su atractivo como destino de inversiones.

«La crisis financiera global no se originó en América Latina, una región que posee solidez, liquidez y solvencia», declaró Ricardo Marino, presidente de la Federación Latinoamericana de Bancos, a Economics Week en octubre de 2009.

Según un estudio de economías emergentes realizado por Goldman Sachs, en el año 2050 dos de las economías más importantes del mundo estarán en América Latina: Brasil y México, que se unirán a China, Estados Unidos e India. En 2009, Brasil era la séptima economía del mundo.

Dependiendo de la organización utilizada como fuente de información –la OCDE, la ONU, el Banco Mundial o Fitch Ratings– y de si los números corresponden a Sudamérica o América Latina en conjunto (que incluye, además, a México, América Central y el Caribe), la región experimentará un crecimiento del PIB de entre el 3 y el 4 por ciento en 2010, después de la contracción del 2 por ciento en 2009.

Algunas organizaciones ya existen, como Mercosur y la Comunidad Andina de Naciones, pero, según Douglas Smith del Standard Chartered Bank, los países han sido reacios históricamente a ceder el mando a otros.

«Los países sudamericanos prefieren crear más vínculos externos que fortalecer los vínculos entre ellos», dice.

Pero el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, no tira la toalla. En agosto de 2008 propuso una idea ambiciosa: construir una línea de ferrocarril de 6200 kiló­metros entre Caracas y Buenos Aires. Todavía se encuentra en fase de planificación.


 Retos regionales
Jeff Dayton Johnson, economista responsable de la Oficina para América Latina y el Caribe de la OCDE, enumera algunos de los retos a los que se enfrenta la región:

  • Especial atención a factores que fortalecen la economía.
  • Aumentar la contribución de las exportaciones al crecimiento.
  • Diversificación tanto del grupo de países exportadores como de los productos.

“A pesar de las mejoras logradas en los parámetros macroeconómicos y en la calidad de la administración económica en Sudamérica, persisten algunos retos”, dice Douglas Smith, responsable regional de investiga­ción para las Américas del Standard Chartered Bank.

Incluyen:

  • Desigualdad de los ingresos.
  • Pobreza extrema.
  • Problemas de infraestructura.