El arte de un rodamiento de bolas a rótula

En la calle West 53, en el corazón de Manhattan, a pocos pasos del museo de American Folk Art, y cerca del Rockefeller Center, Radio City y de otras atracciones de Nueva York, está el Museo de Arte Moderno. El MoMA, como también se le conoce familiarmente, es un destino turístico popular para todos los que desean ver lo mejor del arte moderno mundial.

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En la calle West 53, en el corazón de Manhattan, a pocos pasos del museo de American Folk Art, y cerca del Rockefeller Center, Radio City y de otras atracciones de Nueva York, está el Museo de Arte Moderno. El MoMA, como también se le conoce familiarmente, es un destino turístico popular para todos los que desean ver lo mejor del arte moderno mundial.

Y el arte que se exhibe allí tiene muchas formas. Un ejemplo son las galerías de arquitectura y diseño creadas en 1932 para celebrar lo que se considera «estas artes aliadas e interdependientes». La colección alberga una amplia variedad de objetos, desde una regadera del siglo XIX hasta un molde para globos de caucho de mediados del siglo XX pasando por un prototipo de teléfono para conferencias creado en este siglo. Pero un clásico favorito es el «rodamiento de bolas a rótula» inventado por el sueco Sven Wingquist en 1907 y que llevó a la creación de SKF. El rodamiento se incorporó a la colección en 1934.

«A la vez eficiente y agradable a la vista, el rodamiento de bolas a rótula se puede concebir como un emblema de la era mecánica, un término que muchas veces se utiliza para definir los años 20 y 30, cuando tanto los diseñadores industriales como los consumidores mostraron un nuevo interés por la estética y el estilo de los productos comerciales», declara el museo. «Hasta los componentes de las máquinas se valoraban por su belleza, que se fundamentaba en la pureza de la geometría abstracta. Los modernistas consideraban que un buen diseño era esencial para la elevación de la sociedad».

Dada la popularidad del rodamiento de bolas a rótula de Wingquist, se puede comprar una réplica en la tienda del museo, como pisapapeles.

El pisapapeles, con un diámetro externo de 100 mm, está hecho en acero cromado y tiene el logotipo del MoMA grabado en el aro interior.

«Los pisapapeles son un souvenir muy popular ,» dice Jessica Sebastian, encargada de la tienda.