Para ayudar a los fabricantes de motores e integradores de máquinas a combatir los efectos de los arcos eléctricos, SKF pone a disposición de los clientes su equipo de profesionales en servicios de ingeniería. Hasta hace poco, este equipo de consultores en ingeniería ha trabajado como personal interno de investigación de aplicaciones para estudiar los efectos de la erosión eléctrica. El equipo, que cuenta con acceso a un software propio registrado, instalaciones de ensayo y una amplia base de conocimientos, puede ofrecer soluciones para combatir los efectos de las corrientes parásitas.

Los arcos eléctricos, también llamados «descargas disruptivas» o «erosión eléctrica» se describen como corrientes parásitas que saltan de un aro del rodamiento al otro mediante los elementos rodantes, provocando fallos prematuros. Este problema ha crecido con el uso generalizado de equipos de accionamiento con velocidad variable y convertidores de frecuencia modulados por la anchura del impulso.