El espíritu de colaboración
Industria
Un concepto SKF, en combinación con una colaboración sólida, está ayudando a la empresa brasileña Pitangueiras Açucar e Álcool a mejorar sus resultados, reducir sus costes de mantenimiento e incrementar la
fiabilidad de sus equipos.
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«Las grandes cosas se consiguen mediante un conjunto de pequeñas cosas». Atribuida a Vincent van Gogh, la frase resume las acciones realizadas por SKF do Brasil y uno de sus distribuidores oficiales más importantes, Durão, para mejorar las ventas y las perspectivas de futuro en la región azucarera del estado brasileño de São Paulo.
Ante la creciente demanda global de biocombustibles, las azucareras y refinerías de alcohol brasileñas están incrementando rápidamente la producción de etanol. La dictadura militar de 1964-1985 incentivó la producción de etanol como reacción a la crisis del petróleo de los años 70 y, durante un tiempo en la década de los 80, la mayor parte del parque automovilístico brasileño funcionaba con etanol. Sin embargo, al bajar los precios del petróleo, los gobiernos siguientes recortaron las subvenciones y el petróleo recuperó posiciones. Aun así, el etanol siguió siendo un aditivo de alto volumen en la gasolina brasileña. Hoy, el mercado brasileño está dominado por coches de combustible flexible que pueden funcionar con etanol, gasolina o una mezcla de los dos en cualquier proporción.
Pitangueiras Açucar e Álcool, una azucarera y destilería de biocombustible situada unos 300 kilómetros al norte de la ciudad de São Paulo, fue fundada en 1975 para producir cachaza, un aguardiente de caña de azúcar más conocido como el principal ingrediente de la caipiriña, la bebida nacional de Brasil.
La empresa familiar pasó a fabricar alcohol medicinal y, finalmente, etanol y azúcar. Cuando la empresa inició su actividad azucarera, procesaba 41 toneladas por hora. Hoy, procesa 450.
En 2004, Gilmar Galon, director industrial de Pitangueiras, se disponía a instalar una nueva caldera para incrementar la producción de vapor y necesitaba mejorar el rendimiento de sus ventiladores industriales. Wagner Pizzo, el director de Durão, sugirió incluir el sistema de rodamientos autoalineables de SKF, que incorpora un rodamiento CARB, y lo empaquetó con otras piezas y servicios de SKF, creando así un concepto o kit SKF especial. A Galon le gustó la idea pero, al haberse comprometido a comprar los ventiladores a LCI, un fabricante local de ventiladores industriales en crecimiento, dijo a Pizzo que tendría que convencer al fabricante para que se sumara al proyecto.
En LCI, Pizzo encontró un alma gemela en Luis Carlos Iuras, cofundador y director de la empresa. «Esto encaja con mi manera de hacer las cosas», dice Iuras. «Los clientes deben recibir un trato respetuoso, justo y honesto, y siempre quiero trabajar con la mejor tecnología disponible».
Desde hace mucho tiempo, los clientes prefieren rodamientos de SKF. Pero, para reducir costes, muchas veces se los ha combinado con equipos de la competencia. Esto ha conducido al fallo prematuro de los rodamientos y soportes. La vida útil media de los productos se ha mantenido en niveles demasiado bajos –unos dos años– y todos pensaban que era lo normal. «He tenido muchos problemas en el pasado porque no existía ninguna solución como el concepto SKF», dice Iuras. «Antes, pensaba que teníamos que vivir con ello».
Cuando fallos de los equipos u otros problemas obligan a parar la producción, incluso durante un corto período de tiempo, las pérdidas son elevadas. Por consiguiente, la fiabilidad y el mantenimiento son fundamentales.
El concepto SKF tolera la dilatación térmica del eje, produce bajos niveles de vibración y es menos sensible al desequilibrio. Como resultado, se prevé que el equipo dure al menos el doble que el anterior. Los primeros kits entraron en servicio en 2005, en Pitangueiras y en otras instalaciones, y todavía funcionan. «Tuvimos una sorpresa desagradable», bromea Pizzo. «En dos años, nadie nos ha pedido unidades de recambio. Generalmente, los pedidos empiezan a llegar al cabo de un año». Galon, de Pitangueiras, observa: «Los nuestros ya han procesado dos cosechas. Los sistemas antiguos generalmente duraban dos o tres cosechas. Pero esperamos que éstos puedan durar hasta 10».
Otras ventajas para los clientes incluyen la eliminación de la relubricación y menos mantenimiento. «Hemos necesitado menos mantenimiento y no hemos tenido que parar para cambiar los rodamientos», dice Galon. Según Iuras, LCI ha podido reducir costes, recortando su equipo de mantenimiento de tres a dos personas, sin perder calidad.
Dada la estacionalidad del cultivo utilizado como materia prima, la mayoría de las azucareras cierran durante unos meses al año. Es tiempo que se aprovecha para hacer un mantenimiento a fondo. Sin embargo, el paro crea un problema especial para los rodamientos, dice Galon, en relación con los efectos del clima húmedo. «Los rodamientos deben estar continuamente en uso para evitar la corrosión que causa la entrada de humedad», observa.
Algunas azucareras importantes ya han iniciado la producción durante todo el año y otras, incluyendo Pitangueiras, se preparan para hacer lo mismo. Reducirá el problema de oxidación que menciona Galon, pero también pondrá a prueba la durabilidad del equipo. «Ahora, con una mayor demanda proveniente del extranjero, tenemos que adaptarnos»,
dice Galon.
Una colaboración rentable
Fiel al espíritu del programa «Más con SKF», diseñado para intensificar las relaciones con los distribuidores oficiales, Durão, un Distribuidor Oficial SKF, tomó el sistema de rodamientos autoalineables de SKF, que incorpora un rodamiento CARB, y lo empaquetó con otras piezas y servicios de SKF, creando así un concepto o kit SKF especial. El concepto ofrecería un mejor rendimiento, una reducción de la necesidad de mantenimiento, un aumento de la durabilidad y –se esperaba– más confianza de los clientes para solicitar los recambios. Durão también inició una colaboración con LCI, un fabricante brasileño de ventiladores industriales, que está instalando el kit como equipamiento de serie en los ventiladores destinados a clientes que exigen calidad.
«El concepto SKF simplemente consiste en reunir los productos y servicios SKF adecuados», dice Nelson Alves Pereira Jr., ingeniero de SKF.
En un mercado dominado por consideraciones presupuestarias a corto plazo, SKF y sus distribuidores deben convencer a sus clientes sobre los ahorros de costes a largo plazo. «Es innegable que nuestros precios son más altos», dice Pereira. «Si no podemos convencer a nuestros clientes de que tenemos una propuesta de valor añadido, buscarán otro proveedor». Para respaldar esa iniciativa, SKF utiliza un programa informático llamado DSP (Documented Solutions Program, Programa de soluciones documentadas) que ayuda a calcular ahorros futuros para los clientes. «Introducimos las cifras de explotación del cliente y mostramos cómo bajarán sus costes de mano de obra y lubricación si utiliza nuestros productos y servicios».
Ahora se ha llevado el concepto SKF a otros sectores. «Identificamos una necesidad y creamos una solución en el sector de azúcar y etanol, pero la idea también puede aplicarse en otros campos», dice Wagner Pizzo, director de Durão. «Lo ofreceremos para la siderurgia, la minería y otros sectores. El potencial es enorme».
CARB es una marca registrada del Grupo SKF.