El ojo en el cielo
Llevar información especializada a las masas siempre ha sido el mantra de Google. Y ahora, con Google Earth, el programa gratuito que une imágenes de satélites y aéreas con la capacidad para producir mapas, cualquier persona con el tiempo suficiente puede ver imágenes detalladas de, por ejemplo, la Gran Muralla China o la Torre Eiffel de París. Todo lo que se necesita es un ordenador y una conexión de banda ancha a Internet.
Llevar información especializada a las masas siempre ha sido el mantra de Google. Y ahora, con Google Earth, el programa gratuito que une imágenes de satélites y aéreas con la capacidad para producir mapas, cualquier persona con el tiempo suficiente puede ver imágenes detalladas de, por ejemplo, la Gran Muralla China o la Torre Eiffel de París. Todo lo que se necesita es un ordenador y una conexión de banda ancha a Internet.
El programa, que requiere instalación, es una fuente inagotable de información y entretenimiento, algo así como el propio Google. Y ahora que Google se ha convertido en un verbo en la mayoría de los idiomas –¿quién no se ha googleado a sí mismo o a otra persona?– ¿por qué no googlear la Tierra? Google Earth utiliza imágenes disponibles públicamente que proceden de más de 3.000 satélites que orbitan alrededor de la Tierra. Muchos de estos satélites fueron lanzados por cohetes Ariane, equipados con rodamientos y otros productos de SKF.
Las imágenes se actualizan cada 18 meses aproximadamente, aunque muchas personas han reclamado a través de los chat en Internet más cobertura en tiempo real.
De cualquier modo, es la primera vez que se han recopilado en un sitio fácilmente accesible imágenes de la Tierra tomadas por satélites. Ahora que Google ha conquistado oficialmente la Tierra, la empresa de Mountain View, California, busca extender sus conquistas a planetas más remotos. Después de todo alcanzar las galaxias supone una progresión natural.
Los sitios de Internet mars.google.com y moon.google.com ofrecen imágenes sin precedentes de Marte y la Luna, ubicando con exactitud los distintos lugares de aterrizaje de sondas espaciales y cohetes tripulados y no tripulados, y mostrando dunas, cañones y cráteres con el mismo grado de detalle disponible para los paisajes urbanos vistos a través de Google Earth. No obstante, no se incluyen indicaciones ni señales de conducir ni información sobre las tiendas más cercanas, ya que la NASA, que ha suministrado las fotos, aún no ha colocado su ubicación en el mapa.
Según el Washington Post, Google ya ha conseguido los derechos de los nombres de dominio para Google.Mercury, Google.Venus y Google.Jupiter, con la vista puesta en el momento en que las imágenes de esos planetas pasen a estar públicamente disponibles.
Pero queda la pregunta: ¿cuándo empezará Google a poblar los cráteres, cañones y lechos fluviales de Marte y otros planetas con publicidad contextual? Nadie lo sabe todavía, pero no creo que tarde mucho.