El fuerte crecimiento del tráfico aéreo y la reducción del número de aviones estacionados marcaron el fin del declive que había afectado al sector desde 2001.

Se superó el fuerte impacto negativo del incremento en los precios de combustible y los problemas de costes estructurales en algunas líneas aéreas.

Para Airbus y Boeing, los líderes del mercado aeronáutico, los pedidos recibidos alcanzaron un nivel récord y el mayor avión comercial jamás construido, el Airbus A380, hizo su primer vuelo. SKF participó en su desarrollo, ayudando a mejorar su rendimiento y a reducir su peso.

Además, SKF diseñó y realizó el prototipo de una nueva unidad de control de gases automática para el vuelo por cable (fly-by-wire) para aviones a reacción ligeros y muy ligeros, finalizó los nuevos rodamientos para el motor del Boeing 787, y creó soluciones innovadoras para el sector global de helicópteros, incluyendo nuevos amortiguadores para el rotor principal que limitan las fuerzas dinámicas mientras controlan el movimiento. Se desarrollaron con éxito nuevas actividades en Brasil, China e India. En el área de servicios también se desarrollaron nuevos negocios, incluyendo el reacondicionamiento de rodamientos y contratos de mantenimiento globales.