Fábrica verde, papel marrón

La tecnología de monitorización de vibraciones ha mejorado sustancialmente el negocio de reciclaje de papel de la empresa texana CSI.

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Resumen

Corrugated Services Incorporated (CSI) es el mayor consumidor de papel reciclado del estado estadounidense de Texas. CSI fabrica cartoncillo y papel ondulado a partir de fibras cien por cien recicladas para producir cajas de cartón corrugado nuevas. La planta, de 40 000 metros cuadrados, situada 30 kilómetros al este de Dallas, cubre una extensión de 65 hectáreas. CSI fue fundada en 1974. Hoy, tiene 340 empleados y oficinas para los departamentos de márketing, ventas y recursos humanos, además de las dos máquinas papeleras. CSI posee instalaciones de recogida de papel reciclado en el norte de Texas y en Arkansas y Oklahoma. A finales de 2008, CSI se fusionó con Orange County Container, un fabricante de cajas con actividad en el sur de California y México. CSI es actualmente la división de fabricación de papel de la empresa conjunta. Forest Felvey es el presidente de la nueva empresa, que ahora se denomina OCCG, LLC.
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La tecnología de monitorización de vibraciones ha mejorado sustancialmente el negocio de reciclaje de papel de la empresa texana CSI.

 

Mientras algunas empresas se apresuran para labrarse una imagen de respeto por el medio ambiente, en Texas, Estados Unidos, Corrugated Services Incorporated (CSI) ya lleva cuatro décadas produciendo papel de estraza totalmente reciclable a partir de productos reciclados de papel.

“La materia prima para nuestra producción son productos reciclados de papel corrugado, por lo que nuestra fábrica ayuda a cerrar el ciclo de reciclaje”, dice Bill Baker, vicepresidente de Márketing de la fábrica de Texas.

CSI suministra papel a fabricantes de cajas y papel corrugado de todo Estados Unidos, y trabaja con un sistema cerrado de agua que se recicla. Fue una de las primeras fábricas del mundo en implantar este sistema, que reduce un 85 por ciento el consumo de agua respecto a una fábrica convencional equivalente. También genera electricidad y vapor a partir de madera reciclada obtenida de palés usados.

A la vez que se ha consolidado como una de las fábricas papeleras más respetuosas con el medio ambiente del mundo, CSI ha creado un negocio rentable.

“Nuestras acciones e inversiones se guían por un fuerte sentido de responsabilidad corporativa”, dice Baker, “pero también siguen criterios de rentabilidad. Cada uno de nuestros proyectos se caracteriza por una sólida base financiera, además de un impacto medioambiental positivo”.

Como mayor consumidor de papel reciclado del estado de Texas, CSI genera unos 250 millones de dólares en ingresos anuales por sus ventas. Los ingresos de CSI han crecido a un ritmo anual del 12 por ciento desde el año 2000, con un crecimiento proporcional del volumen de producción. Este año, la empresa produjo más de 270 000 toneladas de cartón corrugado, lo que equivale a 800 toneladas al día.

Es un salto impresionante, teniendo en cuenta los humildes comienzos de la empresa. En 1974, un emprendedor –Jones Felvey– puso en marcha CSI con una sola máquina papelera, utilizando únicamente papel reciclado. Hoy, dirigida por Forest Felvey, presidente de CSI e hijo de Jones, la fábrica, situada unos 30 kilómetros al este de Dallas, cubre una extensión de 65 hectáreas. La instalación tiene 340 empleados, dos máquinas papeleras, una planta estucadora y una pequeña instalación convertidora.

CSI produce bobinas de tres toneladas de dos tipos de papel: cartoncillo y papel ondulado. El cartoncillo es el papel de estraza que forma la capa exterior de una caja de cartón corrugado y el papel ondulado corresponde a las planchas de cartón que forman la estructura interna de la caja.

“Siempre hemos invertido una parte de los beneficios en nuestra empresa para mantener al día nuestros equipos y nuestra tecnología”, dice Baker, “incluso en este año difícil”.

Gran parte de estas inversiones se ha dedicado a la actividad de reciclaje de papel en la que la tecnología de monitorización del estado amplía la disponibilidad de los equipos de CSI. Gary Huggins y Jim Abbott, especialistas de CSI en mantenimiento predictivo, trabajan en equipo mientras usan esta tecnología para identificar cualquier problema que precise atención.

“El factor principal es la reducción del tiempo improductivo no programado y de las reparaciones”, dice Abbott, “lo que ahorra mucho dinero”. Una hora con una máquina papelera parada cuesta 6000 dólares a CSI.

“Nuestro objetivo es alargar la vida de nuestras máquinas papeleras hasta 10 años”, dice Huggins. “Si recibe un buen mantenimiento, es posible alargar la vida de una bomba hasta 15 años”.

La clave para aumentar la fiabilidad de la maquinaria de la empresa son las herramientas de mantenimiento predictivo de SKF: el sistema de inspección SKF MARLIN, SKF Microlog Analyzer y el software SKF @ptitude Analyst.

Con Microlog, Abbott lee hasta 18 “puntos” en un solo rodamiento. Todos los rodamientos tienen vibraciones únicas. Unas vibraciones inusuales o fuera de la escala habitual pueden indicar una desalineación o un daño en el rodamiento y se identificarán como tal en un informe. Algunas lecturas son ultrasónicas, capaces de detectar defectos microscópicos. Mirado a simple vista, un rodamiento puede tener un aspecto perfectamente normal. Sin embargo, con los equipos apropiados, como la envolvente de aceleración de SKF, es mucho más fácil detectar daños incipientes.

“Monitorizamos bombas, motores, todos los rodamientos de las máquinas, soplantes, ventiladores y cajas de engranajes”, dice Abbott. “SKF nos ha ayudado a reducir el tiempo improductivo no programado y realizar un mantenimiento dirigido, identificando la causa raíz del daño, de manera que podamos evitar averías recurrentes”.

La máquina papelera de mayor tamaño de la fábrica es una máquina de 4,5 metros de ancho y 630 toneladas al día que produce cartoncillo de primera calidad.

“La máquina más pequeña, la Fightin’ Lady (Doña Luchadora) ofrece a nuestros clientes flexibilidad sin plazos largos”, dice Abbott. Es una máquina media de 2,2 metros de ancho y 180 toneladas al día que produce papel de 90 a 150 gramos para fabricantes de papel ondulado.

Mientras Abbott se centra en los informes sobre vibraciones, cajas de engranajes y calidad del aceite que facilita el Microlog Analyzer, Huggins agudiza la vista y el oído para detectar cualquier cosa inusual.

“Cada caja de engranajes tiene un sonido propio”, dice Huggins. “Utilizo el oído o un estetoscopio para escuchar. Si algo parece anormal y suena raro, podemos combinar mis inspecciones visuales introducidas en MARLIN con los informes derivados de las lecturas de Abbott para determinar si hay alguna pieza que requiera atención.

Una ventaja del software SKF @ptitude Analyst es la posibilidad de monitorizar tendencias a lo largo de períodos prolongados, lo que permite al equipo programar una fecha para el mantenimiento de la máquina y la pieza. Las tendencias se detectan al combinar los informes de Microlog con las lecturas de inspección de MARLIN. Abbott estudia patrones a lo largo del tiempo y puede predecir cuándo puede averiarse una máquina, aportando al equipo una comprensión valiosa del deterioro de piezas y maquinaria.

Incluso en una recesión, CSI está bien posicionada de cara al futuro como empresa versátil, con tecnología de vanguardia y respetuosa con el medio ambiente.

“Durante 2009, la industria ha experimentado unos tiempos de paradas sin precedentes, debido a la fuerte caída de la demanda de productos manufacturados y, por consiguiente, de cajas de cartón corrugado”, dice Baker. “Las ventas en la industria han bajado más de un 10 por ciento respecto a 2008 y los precios han bajado significativamente. El futuro será duro y muchas empresas no sobrevivirán. Pero nosotros producimos un producto excelente que es respetuoso con el medio ambiente, versátil y esencial. Creo que 2010 será mejor que 2009”.

El futuro de las soluciones técnicas de CSI ya está centrado en corregir fallos repetidos mediante la identificación de la causa raíz del problema. La empresa está investigando el IMX 16 Channel Multilog Online System de SKF, que es capaz de enviar datos en línea directamente a una base de datos las 24 horas.


CLAVE PARA LA FIABILIDAD

Las soluciones técnicas de SKF han contribuido a ahorrar anualmente decenas de miles de dólares a Corrugated Services Incorporated (CSI), el mayor consumidor de papel reciclado de Texas. La actividad de reciclaje de la empresa ha evolucionado hasta convertirse en una central «verde» autónoma que utiliza papel cien por cien reciclado, un sistema cerrado de agua y que genera electricidad y vapor.

La clave de la fiabilidad mecánica de los equipos de CSI se atribuye a las herramientas de mantenimiento predictivo de SKF: el sistema de inspección SKF MARLIN, el SKF Microlog Analyzer y el software SKF @ptitude Analyst.

MARLIN permite introducir inspecciones visuales y lecturas de medición en el dispositivo portátil, que luego carga los datos en el software @ptitude Analyst. Microlog se utiliza para registrar patrones de movimiento de las máquinas que indican niveles de vibración, desalineación y deterioro de motores, cajas de engranajes, rodamientos y bombas. Estas lecturas también se introducen en el software @ptitude Analyst, que es una solución completa con una potente capacidad diagnóstica y analítica. Permite almacenar, analizar y recuperar información compleja de la maquinaria de forma rápida, eficiente y fiable. Por ejemplo, si la amplitud (vibración, aceite, presión) en determinadas piezas es demasiado alta o demasiado baja, se genera una alarma en @ptitude Analyst, que puede incluirse fácilmente en un informe. Las tendencias y alarmas de vibraciones aportan información valiosa sobre equipos dañados y el mantenimiento que necesitan.

CSI ha utilizado estas herramientas de monitorización del estado para reducir las paradas no programadas, optimizando con ello el tiempo de producción. La eficiencia operativa de CSI derivada de la tecnología de monitorización de estado de SKF es significativa, pues ahorra a la empresa decenas de miles de dólares cada año.