Glamour ecológico sobre dos ruedas
Desde que Gregory Peck llevara a Audrey Hepburn en un recorrido turístico por Roma sobre una Vespa en la película de 1953 La princesa que quería vivir, el escúter ha quedado asociado con el estilo y el glamour. Los escúteres italianos todavía atraen por su estética, pero solo uno es relevante desde el punto de vista medioambiental.
Datos
Askoll
Fundada en: Vicenza, Italia, en 1978, por Elio Marioni, actual presidente de la empresa
Sede: Dueville (Vicenza), Italia
Centros de producción: 9 en Italia y otros 11 repartidos por el mundo: en Brasil, China, México, Rumanía y Eslovaquia
Oficinas comerciales: los Estados Unidos, Corea del Sur
Líneas de productos: productos para acuarios, equipos de calefacción, electrodomésticos, líneas de automatización (motores y bombas) y componentes electrónicos; y ahora, también vehículos eléctricos de EVA
Número de empleados: 2 400 en todo el mundo
Ventas totales del grupo (2014): 300 millones de euros
www.askoll.com
Contacto de venta
Paolo Re, Paolo.Re@skf.com
El nuevo escúter eléctrico eS1 de Askoll, y la bicicleta eléctrica eB1, son los únicos vehículos urbanos eléctricos diseñados, desarrollados y producidos íntegramente en Italia. Igual de elegantes que sus antecesores a gasolina, son mucho más económicos en el uso, más respetuosos con el medioambiente y más divertidos a la hora de ser manejados.
Askoll, un fabricante italiano de pequeños motores eléctricos con sede en Vicenza, revolucionó el mercado con el lanzamiento del eS1 y de la eB1 en abril de 2015. No se trata de una operación de ecoblanqueo sino que se enmarca en la filosofía de la empresa. Askoll fue fundada en 1978 cuando Elio Marioni, gerente de una empresa italiana de electrodomésticos, no pudo convencer a sus superiores para que invirtieran en una tecnología que había desarrollado para producir motores pequeños, silenciosos y energéticamente eficientes. Así que creó una empresa propia, en la que producía dichos motores para bombas de acuarios.
Askoll se convirtió en líder de este segmento nicho y, en 1986, se lanzó a conquistar el sector de electrodomésticos, y rápidamente se convirtió en líder del mercado en ese rubro también. Sus motores eficientes prácticamente definen los estándares del sector en Europa y, actualmente, el 99% de los electrodomésticos de línea blanca incorporan tecnología de Askoll en sus motores.
A finales de 2011, Marioni se fijó en la movilidad urbana. Las casi 900 patentes de Askoll dan fe de sus conocimientos en el diseño y rendimiento de motores pequeños, y este nuevo rumbo se percibió como una extensión natural de dichos conocimientos. La nueva división de vehículos eléctricos EVA (Electric Vehicle Askoll) fue creada para producir bicicletas, escúteres y automóviles eléctricos capaces de dar respuesta a problemas urbanos como el tráfico, la congestión, el ruido y la contaminación. El resultado serían ciudades más habitables y ahorro de costos para los consumidores.
Paolo Trabuio, jefe de proyecto de EVA, con 23 años de experiencia en el sector, fue contratado para liderar el proyecto del escúter. “Me atrajo la idea de crear algo nuevo desde cero: un vehículo diseñado para ser eléctrico, limpio, fácil de manejar y silencioso”, explica. Opina que otras empresas que han intentado desarrollar un medio de transporte eléctrico se mueven más por el deseo de modificar el statu quo que de crear algo innovador. De hecho, algunos competidores potenciales, en realidad, no creen en la movilidad eléctrica. “Lo hacen para aparentar”, afirma. “El resultado es un vehículo mal concebido, condenado a ser demasiado caro y, en última instancia, un fracaso”.
Según los expertos, los principales desafíos a los que se enfrentan los vehículos eléctricos actualmente se pueden resumir en precio, autonomía, tiempo de carga y mantenimiento. La gama actual de bicicletas y escúteres de Askoll, así como los automóviles que prevé lanzar en 2016, han sido diseñados para superar todos esos obstáculos. Askoll se ha especializado en fabricar motores pequeños de bajo costo. Para reducir aún más los costos, produce en sus propias instalaciones todos los componentes fundamentales de sus nuevos vehículos: planificación, ingeniería, producción, compras, control de calidad y distribución.
La autonomía de las bicicletas, los escúteres y los automóviles es de unos 100 kilómetros, más de 5 veces la distancia que recorre cada día el habitante promedio de una ciudad europea. Las bicicletas alcanzan una velocidad de unos 25 kilómetros por hora, mientras la del escúter es de unos 45 kilómetros por hora, más que suficiente para conducir en la ciudad.
Para recargar la bicicleta o el escúter, se ha diseñado una solución ingeniosa. La batería se puede extraer y cargar en casa, enchufándola en un tomacorriente doméstico normal. La batería de la bicicleta pesa menos de 2 kg, y la del escúter, unos 8 kg, así que manipularlas es sencillo.
En cuanto a la atención al cliente, Askoll está creando centros de servicio y asistencia a domicilio para sus escúteres. Con venta directa a través de una red de tiendas propias, el soporte posventa es igual de directo e inmediato. “Este elemento ya está probado y funciona”, dice Trabuio. Para controlar sus costos, la empresa se apoya en la previsión. Las necesidades de mantenimiento de los escúteres son mínimas y se pueden pedir repuestos directamente desde un catálogo.
Askoll confía en que las ventajas económicas y medioambientales de la eB1 y el eS1, y también su diseño italiano (Trabuio lo describe como “un clásico alegre con un toque retro”), animen a clientes en toda Europa a electrificar sus desplazamientos diarios urbanos.
“Nuestra prioridad inmediata es que se vendan en Italia y, después, en la Unión Europea”, explica. “A largo plazo, siempre trabajamos para crear una gama de vehículos que dé respuesta a las necesidades y exigencias de nuestros clientes. Y a medida que se desarrollen mejores soluciones, estoy seguro de que seremos los primeros en comercializarlas”.
Rodamientos rígidos de bolas a medida
Los rodamientos rígidos de bolas del escúter eléctrico eS1 de Askoll debían cumplir varios requisitos. Para contener los costos, debían ser rodamientos estándares. Pero surgieron problemas de calor (generado por una velocidad del rodamiento de unas 8 000 revoluciones por minuto) y de fricción. SKF trabajó entonces con el equipo de EVA para desarrollar unos rodamientos de bolas a medida para el eS1. Juntos encontraron una forma de controlar el calor generado, similar a las soluciones desarrolladas para los motores fabricados por la empresa para el sector de electrodomésticos.
El resultado es un rodamiento rentable y de baja fricción, que tolera las temperaturas elevadas sin que ello repercuta en su durabilidad y rendimiento.
Habiendo trabajado con SKF en el pasado, Paolo Trabuio, jefe de proyecto para el eS1, se alegró de tener la oportunidad de continuar la relación. “SKF siempre nos ha dado una respuesta positiva”, dice. “Trabajar con ellos en este proyecto fue una garantía de éxito”.