¿Hacia dónde va?
Actualmente, los costes del combustible y las cuestiones medioambientales son consideraciones centrales para cualquier tipo de transporte comercial. Algunos medios de transporte están teniendo más éxito que otros … por ahora. Evolution echa un vistazo al futuro global del transporte y la logística.
En el discurso que pronunció el director general de la IATA (Asociación de Transporte Aéreo Internacional), Giovanni Bisignani, en la 61ª Junta General Anual celebrada el 30 de mayo de 2005, ofreció una serie de cifras pesimistas sobre el transporte aéreo. Señaló que la factura anual de combustible de la asociación había subido a 71.000 millones de euros, es decir, 33.000 millones de euros más que en 2003. Y que las empresas norteamericanas de aviación comercial habían perdido cerca de 8.000 millones de euros.
Pero no todo eran malas noticias. 2004 había sido el año con menos accidentes aéreos desde la fundación de la asociación en 1945. Cerca de 1.800 millones de personas viajaron en avión ese año, un máximo histórico para el transporte aéreo de pasajeros. Por otra parte, el sector daba empleo a 4 millones de personas y generaba un volumen de negocio de cerca de 320.000 millones de euros.
En cuanto al medio ambiente, Bisignani afirmó que el transporte aéreo nunca había sido tan ecológico y citó una reducción general en el consumo de combustible por avión del 3,4% en 2004. Los aviones modernos consumen sólo 3,5 litros por pasajero cada 100 kilómetros, lo mismo que un automóvil pequeño. Y cuando entren en servicio el nuevo Airbus A380 y el Boeing 787, el consumo se situará por debajo de los 3 litros.
Bisignani hacía eco de los dos grandes temas que surgen en cualquier debate sobre el futuro del transporte y el comercio: el uso eficiente del combustible y los asuntos medioambientales. A pesar del creciente coste del combustible y de las leyes medioambientales cada vez más estrictas, el transporte por carretera y mar serán las principales formas de transporte de mercancías previsibles para el futuro y, con el progreso económico de China y la India, estos volúmenes no pararán de crecer. No es fácil medir el crecimiento del transporte global por carretera porque gran parte del transporte de mercancías se realiza de forma no regulada. Sin embargo, es más fácil hacer un seguimiento del transporte en la UE y, según Steve Williams de la Road Haulage Association británica, el transporte de mercancías entre los estados miembros de la UE ha crecido un 38% en los últimos 10 años y este crecimiento probablemente se acelerará con la ampliación de la UE a nuevos países.
Ninguna otra forma de transporte puede igualar al transporte de mercancías por carretera por su capacidad de entrega puerta a puerta y su flexibilidad de plazos. Esta tendencia seguirá consolidándose en los próximos años, dice Williams, como también la preocupación por las emisiones de gases, al menos en Europa Occidental y Estados Unidos. En cuanto al transporte por carretera, probablemente se centre la atención en dos factores: la necesidad de mejoras tecnológicas en cuanto a motores y combustibles, y la necesidad de hacer un uso más eficiente de los vehículos. A pesar de la tendencia hacia biocombustibles y otras fuentes de combustible, el diesel seguirá siendo el combustible más popular para los camiones, pero con algunos cambios importantes. «Dentro de 10 años, Scania [el fabricante sueco de camiones] tendrá un motor que fusionará la tecnología Otto [motor convencional] y Diesel [motor diesel] y que prácticamente no contaminará», dice Hans-Åke Danielsson, jefe de información del Grupo Scania. Mientras tanto, un uso más eficaz de la tecnología informática para la logística y la consolidación de las redes existentes de transporte asegurarán que los camiones viajen más cargados. También aumentará el uso de camiones más grandes –lo que a su vez implicará menos camiones en las carreteras europeas– como ya está ocurriendo en Holanda y partes de Escandinavia. Actualmente, se está estudiando la posibilidad de utilizar camiones más largos y remolques de hasta 60 toneladas en el Reino Unido. Danielsson señala que con una buena formación, los conductores también podrían reducir significativamente el impacto medioambiental: la diferencia entre un buen conductor y otro menos eficiente puede significar una ahorro de combustible de hasta un 20% en un camión.
Aunque el número global de kilómetros-pasajero ha aumentado en los 10 últimos años a 9.000 millones de kilómetros-pasajero, el volumen de mercancías transportadas en todo el mundo por ferrocarril sólo creció ligeramente a 22.200 millones de toneladas-kilómetro y puede que no se produzcan variaciones sustanciales en los próximos 10 años. En Europa y Estados Unidos, el porcentaje de mercancías transportadas por ferrocarril ha ido perdiendo terreno a las carreteras, de nuevo por la comodidad de la entrega puerta a puerta. Actualmente, no está claro qué uso harán los países en vías de desarrollo de sus recursos ferroviarios. El sistema ferroviario de la India, que recientemente celebró su 150 aniversario, desempeñó un papel clave en el desarrollo del país. Pero hoy en día, esta empresa estatal, que da empleo a 1,5 millones de personas, no gana lo suficiente para cubrir sus necesidades de inversión. Y está perdiendo clientes a la red de carreteras, cada vez mejor. La situación es similar en la mayoría de los países del antiguo bloque comunista. Pero algunos mercados europeos «nuevos» son más optimistas respecto al futuro del ferrocarril: Eslovaquia, que se está convirtiendo rápidamente en la Detroit de Europa, prevé que sus ferrocarriles transportarán el 85% de los 900.000 coches que producirá para el 2008. Entre las tendencias en el transporte por ferrocarril está el uso creciente del transporte «intermodal», en el que los remolques y los contenedores realizan parte de su trayecto sobre vagones de mercancías ferroviarios.
Pero el transporte más importante para el comercio es sin duda el marítimo; transportando aproximadamente el 90% de todas las exportaciones globales y generando ingresos por valor de unos 320.000 millones de euros, según Simon Bennett de la Cámara Naviera Internacional (ICS). El comercio global crece rápidamente, gracias en gran parte a la expansión económica de China. Esto ha generado una enorme necesidad de materias primas en el país y una fuerte demanda de buques para exportar sus productos a los mercados extranjeros. Por ello, el sector naviero está experimentando un auge impresionante. La fuerte demanda está elevando los precios que cobran las navieras y durante 2004, los astilleros recibieron pedidos de buques nuevos por valor de 65.000 millones de euros. Al final del año, la flota mundial de buques de carga, con una capacidad de carga de 889 millones de toneladas, era un 14% mayor que a finales de 2000, según Lloyd’s Register. Sólo en 2004, la capacidad de carga de la flota mundial de buques cisterna creció en 39 millones de toneladas. Según Bennett, suponiendo un crecimiento sostenido de la economía china e india, el volumen de comercio marítimo podría crecer hasta un 30% durante la próxima década. Sin embargo, advierte que el sector naviero siempre ha sido vulnerable a factores políticos imprevistos y que la demanda se caracteriza por una gran volatilidad. Cita como ejemplos la crisis del petróleo y la reabertura del Canal de Suez. Y aunque el transporte marítimo es la forma de transporte más ecológica en términos de emisiones y consumo de combustible por tonelada transportada, siempre hay que tener presente el factor del petróleo. «Pero si se acaba el petróleo», dice, «siempre podemos volver a los buques de vela».