Hágase la luz
Imagínese cómo sería pasar medio año sin ver el sol. Eso era lo que tenían que soportar los habitantes del pueblo de Rjukan, situado unos 180 kilómetros al oeste de Oslo. Rodeado por montañas empinadas, Rjukan se encuentra en el fondo del angosto valle de Vestfjord con una orientación de este a oeste. Gaustatoppen, a 1.883 metros sobre el nivel del mar, y otras montañas al sur del pueblo tapan el sol durante los meses de septiembre a marzo.
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Imagínese cómo sería pasar medio año sin ver el sol. Eso era lo que tenían que soportar los habitantes del pueblo de Rjukan, situado unos 180 kilómetros al oeste de Oslo. Rodeado por montañas empinadas, Rjukan se encuentra en el fondo del angosto valle de Vestfjord con una orientación de este a oeste. Gaustatoppen, a 1.883 metros sobre el nivel del mar, y otras montañas al sur del pueblo tapan el sol durante los meses de septiembre a marzo.
Pero ahora llega la luz a los habitantes de Rjukan. El 30 de octubre de 2013, los habitantes se concentraron en la plaza principal para ver los primeros rayos del sol, reflejados por tres gigantescos espejos heliostáticos instalados en las laderas de las montañas, 450 metros más arriba. No era una idea nueva. En 1913, el fundador del pueblo, Sam Eyde, concibió un sistema de espejos en las cimas de las montañas para reorientar la luz del sol hacia el valle. Pero ahora, con la ayuda de Solar Tower Systems GmbH , una empresa alemana dedicada a la CSP -energía solar concentrada- la idea por fin es una realidad. Los tres espejos están accionados por energía solar, controlados por ordenador y equipados con actuadores solares SKF CASD-60.
Ahora, durante los meses invernales, la estatua de Sam Eyde en la plaza del pueblo por fin puede disfrutar del calor del sol.