Cuando Jonas Ridderstråle mira por la ventana, no ve sólo un árbol. Ve un universo de acontecimientos conectados entre sí, lo que ilustra su particular combinación de rigor académico y creatividad.

«Si adoptas una idea ajena, es plagio; si adoptas muchas, es investigación», afirma Ridderstråle, con
su talento para poner el mundo al revés. Que es precisamente a lo que se dedica.

Ridderstråle es un provocador con credenciales. Tiene un MBA y un doctorado en economía y
administración de empresas de la Escuela de Ciencias Económicas de Estocolmo. Durante muchos años,
dirigió del Programa de Gestión Avanzada de la escuela.

Hoy, Ridderstråle ha colgado su toga universitaria pero conserva su disciplina académica. Sigue investigando, escribiendo, asesorando y dando conferencias y ­–según muchos empresarios líderes– está en la vanguardia de la nueva generación de gurús europeos de los negocios. De hecho, Ridderstråle ocupa el número 9 en Thinkers 50, un ranking global de pensadores
sobre la gestión empresarial.

Para Ridderstråle, disciplina académica significa estar bien informado sobre las tendencias sociales. Anota sus observaciones y otros datos en notas Post-it. Actualmente, tiene unas 1.500 apiladas en su despacho.

«Un día tendré que poner un poco de orden», dice. «Es como resolver un enorme puzzle». Es el proceso de unir los puntos.

Funky Business: Talent Makes Capital Dance fue el nombre del segundo libro de Ridderstråle, escrito con Kjell Nordström (otro académico sui generis), que se convirtió en un bestseller internacional traducido a 25 idiomas. Un crítico llamó el libro «la biblia de la filosofía empresarial moderna». El siguiente libro de los autores, Karaoke Capitalism: Managing for Mankind, publicado en 2004, ha sido otro gran éxito.

Ambos libros son evangelios provocadores, ofreciendo una nueva perspectiva del mundo empresarial. En Funky Business, los autores afirman que el talento (que son los recursos humanos) es la clave del éxito en los negocios. Karaoke Capitalism expone la realidad empresarial de hoy en día. En el libro, los autores sostienen que las empresas, marcas y personas – igual que los cantantes de karaoke– se copian continuamente y que la autenticidad brilla por su ausencia.

«En el mundo del capitalismo karaoke, donde abundan las imitaciones burdas, sólo hay una forma de tener éxito: Tenemos que ser nosotros mismos al 100 %», dice Ridderstråle, que prefiere un conjunto negro de Armani a un conservador traje de negocios. Tiene la cabeza rapada. Lleva gafas con marco metálico. Lleva anillos de plata. Habla inglés americano.

En Karaoke Capitalism, los autores repasan un amplio espectro de medios. Entre las 500 referencias, citan a Fast Company Magazine, Fortune, Business Week, Science, The Industry Standard y muchos más para convencer al lector de que las cosas no son lo que parecen en el mundo moderno de los negocios. El mensaje
clave: Para tener éxito en los negocios hoy en día, hay que atreverse a ser distinto.

El libro está lleno de citas, como ésta del periodista sueco Mats Olsson del diario sensacionalista Expressen, que ejemplifica las paradojas que caracterizan el estado actual del mundo:

«He aquí los signos de nuestros tiempos: El mejor cantante de rap es blanco. El mejor golfista es negro. Francia acusa a Estados Unidos de prepotencia. Y Dinamarca envía un mini submarino a una guerra en el desierto».

En su prólogo, Ridderstråle y Nordström proclaman su intención: «Llevar al lector en un viaje por los bajos fondos del comercio, la sociedad y las galaxias de la inspiración empresarial».

Para ser un gurú de la gestión empresarial, Ridderstråle debe ser un consumidor insaciable de la cultura popular. Habla en sus libros de la literatura de gestión empresarial y las revistas de negocios pero también se inspira en artistas del mundo del espectáculo, revistas femeninas, filósofos y personajes religiosos.

En el mundo de los negocios, Ridderstråle destaca por ser atípico. Como señaló la revista CEO en un artículo publicado en septiembre de 2005: «El típico gurú de los negocios es un académico norteamericano, en un traje discreto, que expone una presentación repetida hasta la saciedad y luego recoge su cheque antes de marcharse al aeropuerto. Ridderstråle es sueco, irrespetuoso y tiene la cabeza rapada. Ofrece actuaciones, no seminarios».

Tras el éxito de sus dos últimos libros y las conferencias que imparte por todo el mundo, Ridderstråle no acaba de ver el siguiente paso. Pero lo está pensando.

«No sé cuál será mi próximo proyecto», dice Ridderstråle, que actualmente está coleccionando notas Post-it sobre la conexión entre la religión y la dirección empresarial. «Todas las religiones del mundo quieren comercializar productos que pocas personas han visto. Así que intento encontrar qué comparte la religión con las culturas corporativas y definir el terreno común».

Otro campo de interés de Ridderstråle es la psicología. «En el pasado, la dirección se definía como el arte de erradicar las desviaciones, sobre todo las desviaciones negativas. Pero, quizás en un futuro próximo, la dirección se definirá como el arte de sacar provecho de las desviaciones positivas. Después de todo, gracias a la desviación positiva tenemos Microsoft y Oprah Winfrey».