La búsqueda de la calidad

 

Contenido relacionado

Resumen

La fábrica de Uralelectro, en Mednogorsk, Rusia, fue inaugurada en 1941. Una planta anterior estaba emplazada en la ciudad de Tula, en Rusia occidental. Al final de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, la planta había producido más de 626.000 fusiles y 17.000 baterías antiaéreas. Después de la guerra, se pasó a fabricar motores eléctricos y aspiradoras. Hoy, Uralelectro se concentra en los motores eléctricos.
En 2004, se fabricaron 112.000 unidades, se espera producir el doble en 2005. Un 60% de la producción se exporta.

 

Desde su planta en Mednogorsk, a los pies de la sierra de Ural, la empresa de ingeniería eléctrica Uralelectro envía sus productos a empresas en Italia, Francia, Alemania y España.

En términos geográficos,Mednogorsk está situada casi en la frontera entre Europa y Asia. En términos administrativos, se encuentra en el corazón de Rusia, a dos días de viaje de Moscú. Y en términos industriales, Uralelectro es un importante centro de ingeniería que abastece el 31,1 por ciento del mercado ruso de motores eléctricos.

Este año, Uralelectro fabricará cerca de 250.000 motores eléctricos. Cada semana, ordenadas filas de motores azules ­­–»envueltos para regalo» en polietileno, cartón ondulado y cajas de madera– se cargan en camiones y se envían a destinos lejanos.

El 60 por ciento de la producción de la fábrica se destina a la exportación, e Italia es uno de sus principales mercados.

«Creemos que las cosas van a cambiar y que el mercado nacional tiene el mayor potencial a largo plazo y nuestra intención es incrementar las ventas en Rusia», dice el ingeniero jefe Alexander Tsarkov. Empezó a trabajar
en Uralelectro hace 26 años, tras licenciarse en la Universidad de Moscú.

«Después de la perestroika [la desintegración de la Unión Soviética], a principios de los 90, cuando se abrieron las fronteras al comercio, la dirección de la planta se dio cuenta que no se podría competir con los fabricantes extranjeros sin mejorar la calidad de nuestros productos», dice Tsarkov. «Todos llegamos a la conclusión de que si no podíamos hacer algo bien, mejor no hacerlo».

 

Gracias a esta ambiciónde ser los mejores, Uralelectro tomó medidas determinantes. Durante los seis últimos años, la empresa ha modernizado un tercio de sus máquinas de producción. La planta ahora tiene máquinas fabricadas en Suecia, Italia, Estados Unidos y Alemania, y por las mejores plantas de máquinas herramienta de Rusia. Desde 2003, el sistema de calidad ha sido certificado conforme a la normativa internacional ISO 9001:2000. Además de mejorar la calidad, se introdujeron motores con tamaños de ejes de 63 a 132 mm, lo que permitió abarcar toda la gama de motores eléctricos de capacidad media, de 0,18 kW a 7,5 kW.

«Uno de los requisitos fundamentales de nuestros clientes europeos era que usáramos rodamientos SKF en nuestros motores eléctricos», dice Tsarkov. «Para cumplir esta exigencia, firmamos un contrato con SKF en 1998».

Hoy, Uralelectro es uno de los clientes más importantes de SKF en Rusia. Con rodamientos SKF, los productos de Uralelectro cumplen las normativas europeas y las exportaciones se han duplicado.

«El hecho de que SKF fabrique rodamientos de alta calidad no es el único motivo de nuestra colaboración», explica Tsarkov. «SKF tiene una forma de trabajar muy profesional y hemos establecido una buena relación».

 

Uralelectro no buscasimplemente salida para sus motores, sino formas de ayudar a sus clientes a sacar el máximo provecho de sus productos. Los ingenieros de Uralelectro trabajan continuamente en la mejora de sus motores eléctricos, haciéndolos más seguros y más ecológicos. SKF es uno de los colaboradores de confianza de Uralelectro en esta labor. Por ejemplo, en febrero, ingenieros de ambas empresas se reunieron en los laboratorios de Uralelectro para llevar a cabo un análisis comparativo de los métodos de diagnóstico utilizados por las dos empresas.

«Esperamos que las recomendaciones de SKF nos ayuden a encontrar soluciones óptimas para una serie de problemas técnicos», dice Tsarkov. «Ahora podemos producir motores eléctricos de todos los tamaños, lo que significa que podemos aplicar el principio de ‘todo bajo el mismo techo’. Mi cometido ahora es no perder el terreno que hemos ganado, seguir siendo competitivos frente a otros fabricantes en Ucrania y Bielorrusia y seguir optimizando la calidad».