La compañía que navegó sobre La Trampa 22
Resumen
Fundada: por los hermanos Japec y Jernej Jakopin en 1983 como J&J Design Studio. Seaway Group fue constituido en 1989.
Localización: fábricas en Bled y Zgosa, Eslovenia, y Monfalcone, Italia. De propiedad privada.
Líneas de negocio: Seaway Group, J&J Design; los yates Shipman, Skagen y Greenline Hybrid.
Volumen de ventas: se proyectan ventas por valor de 40 millones de euros en 2010.
Número de empleados: 260.
Sitios web: www.seaway.si, www.shipman.dk,
www.skagen50.dk, www.greenlinehybrid.com.
Seaway Group de Eslovenia es una de las mejores empresas del mundo en el desarrollo de embarcaciones. Es una empresa que no acepta un no como respuesta.
Trampa 22, la novela epónima de Joseph Heller, presenta una paradoja lógica: el protagonista del libro quiere que se lo declare mentalmente incapacitado para no tener que volar en misiones de bombardeo. Pero justamente el hecho de que no quiera cumplir esas misiones es la prueba de que está cuerdo.
La empresa eslovena Seaway Group se ha enfrentado a sus propias situaciones sin salida. Seaway es una de las mejores empresas del mundo en el desarrollo de embarcaciones, ofreciendo servicios y proyectos integrados para la construcción de barcos a la industria naval de todo el mundo. Pero cuando, hace diez años, propuso a sus clientes construir un velero de fibra de carbono, estos se rieron y dijeron que lo construirían si supieran que iba a funcionar, pero no creían que así fuera. Un año después, cuando la empresa proyectó un barco a motor con casco de semidesplazamiento, los clientes se mostraron interesados pero nadie quería ser el primero en producirlo. Más recientemente, Seaway concibió un barco con motor híbrido con placas solares. La reacción de los clientes fue: «nos encanta la idea y compraríamos el proyecto si supiéramos que funciona, pero no sabemos si funcionará».
En todo caso, Seaway siguió adelante y produjo la embarcación por su cuenta. Los resultados hablan por sí solos. El velero de fibra de carbono Shipman 50 fue nombrado «Barco Europeo del Año» en 2003. La Skagen 50 fue elegida «Lancha del Año» en Inglaterra en 2008 y se ha vendido a un ritmo constante desde su lanzamiento en 2004. Del nuevo Greenline Hybrid se esperan vender entre 120 y 150 unidades en 2010, lo que no está nada mal para un nuevo modelo de barco en su primer año de producción en una economía débil.
Estos éxitos se han cosechado simultáneamente con el trabajo diario de Seaway como proyectista para 60 constructores de 29 países. Desde 1983, Seaway y su empresa asociada J & J Design han creado más de 250 proyectos, con más de 60 000 yates construidos y 35 premios «Barco del Año» en Europa y los Estados Unidos. La empresa también diseña y fabrica componentes para el sector de embarcaciones a vela y a motor y es actualmente el mayor productor del mundo de timones de veleros equipados con rodamientos.
La propia Seaway es una especie de paradoja lógica. Tiene su sede en Zgosa, Eslovenia, una zona de esquí unos 40 kilómetros al norte de la capital Liubliana, lejos del mar y las principales vías navegables. Sus dos fundadores, los hermanos Japec y Jernej Jakopin, no son marineros profesionales; Japec era cardiólogo y Jernej era arquitecto residencial. Son hijos de una lingüista y un escritor de Liubliana. Su madre tradujo Trampa 22 al esloveno en los años 60; Joseph Heller y su coetáneo iconoclasta Kurt Vonnegut, Jr. siguen siendo autores predilectos de la familia.
Jernej y Japec vieron el mar por primera vez cuando tenían tres y cinco años, respectivamente, y desde entonces han sentido una pasión que ha marcado sus vidas. Japec construía barcos por afición mientras trabajaba como profesor e investigador médico en la universidad de Liubliana. «Pero le obligaron a marcharse de la universidad en 1983 porque no era miembro del Partido Comunista», explica Tilen Jakopin, hijo de Japec y actual responsable del Greenline Hybrid.
Mientras tanto, Jernej trabajaba como arquitecto en Duisburgo, Alemania, diseñando casas. Los hermanos fundaron J&J Design Studio en 1983 para desarrollar su pasión profesionalmente. Un primer cliente fue Elan, un astillero de propiedad estatal de Begunje, Eslovenia.
Cinco años más tarde, Japec fue contratado como jefe de ventas y marketing para Jeanneau Yachts, un importante constructor de barcos francés. Se dio cuenta de que no había ninguna empresa en el mundo entero que ofreciera un desarrollo integrado de barcos, combinando los servicios de ingenieros navales, expertos en utillaje y especialistas en software. Por consiguiente, cuando volvió a Eslovenia en 1989, él y su hermano fundaron Seaway para satisfacer esta necesidad del mercado (utilizando J&J para el diseño). Situaron la empresa cerca de la fábrica de Elan por la calidad de los recursos humanos disponibles en la zona. Aunque la sede estaba en Eslovenia, los hermanos aplicaban una perspectiva internacional; ambos hablan inglés, francés, alemán, croata e italiano, además de esloveno.
Cuando los clientes de Seaway se rieron ante la idea de un velero de fibra de carbono, los hermanos lo construyeron por su cuenta en 2003. Compraron la denominación «Shipman» porque les parecía útil tener un nombre establecido para su primera marca de barcos. Seaway se convirtió en el mayor constructor del mundo de yates de vela de fibra de carbono.
En 2004 comercializaron el primer Skagen 50, un barco a motor con semidesplazamiento. El nombre que eligieron es el cabo más septentrional de Dinamarca, donde siempre hay marejada y navegar es todo un reto.
Puesto que el desarrollo y la producción siguen ciclos de negocio distintos, la decisión de producir barcos propios fue casual.
De cara al futuro, Seaway pretende convertirse en un centro de conocimientos sobre híbridos y tecnología solar para embarcaciones de recreo. Los Jakopin esperan disipar algunos mitos comunes acerca de los barcos híbridos, como por ejemplo, que «híbrido» es sinónimo de futurista, complicado y caro.
Seaway instaló una fábrica en Bled, Eslovenia, en 1994. Su último centro, en Monfalcone, Italia, fue inaugurado en septiembre de 2009. La fábrica actual de Zgosa data de 2004; un incendió destruyó el edificio anterior el 11 de abril de 2007, la misma noche en que murió Kurt Vonnegut, Jr. «No sé cuál de los dos sucesos entristeció más a mi padre», recuerda Tilen Jakopin.
Aportación de SKF
La empresa eslovena Iskra Avtoelektrika (IA) es un fabricante global de motores de arranque, generadores, sistemas de transmisión eléctrica y mecatrónicos, así como de piezas para las industrias de automoción y manipulación de materiales, entre otras. “Es un cliente clave de SKF en Eslovenia”, dice Aleš Čavs, vendedor de SKF. IA desarrolló el generador eléctrico para el proyecto Greenline de Seaway, utilizando un motor turbodiésel de Volkswagen. El generador y el motor forman juntos un sistema híbrido protegido (patente en trámite).
El mecanismo de embrague entre el generador y el motor diésel es accionado por un actuador lineal de SKF (serie CAHB). Los actuadores lineales electromecánicos de SKF permiten un movimiento repetible, preciso y controlado de empuje y tracción en aplicaciones de accionamiento lineal. La serie CAHB ofrece soluciones eficientes, fiables y rentables para una variedad de aplicaciones. En este caso, el actuador ha sido adaptado a las necesidades de IA; es un ejemplo de cómo la plataforma de mecatrónica de SKF proporciona soluciones de valor añadido.
Surcando la ola verde
«Lo que pedía la gente en un barco de recreo ya estaba cambiando mucho antes de que estallara la crisis económica en 2008», recuerda Tilen Jakopin, hijo de Japec Jakopin, cofundador de Seaway, y actual responsable del Greenline Hybrid. «Mi padre comprendió que la nueva generación de marineros de fin de semana –gente como yo– está acostumbrada a pulsar botones, no girar timones», dice. «Estamos menos dispuestos a sacrificar la comodidad, buscamos facilidad de manejo y esperamos prestaciones respetuosas con el medio ambiente a un precio asequible».
Los hermanos Jakopin desarrollaron una elegante embarcación híbrida a un coste competitivo que utiliza placas solares como fuente de energía complementaria. Cuando ninguno de sus clientes quiso producir el diseño, Seaway –respaldada por la experiencia adquirida con sus líneas de barcos a vela Shipman y barcos a motor Skagen– decidió producirlo por su cuenta. La empresa botó un casco de prueba en octubre de 2008 y, menos de un año después, había construido una preserie de seis barcos, todos los cuales todavía se usan. Seaway exhibió dos embarcaciones en el Salón Náutico de Düsseldorf en enero de 2010 y, a pesar de la debilidad de la economía, recibió pedidos para 50 embarcaciones.
Los primeros compradores han sido alemanes, suizos y holandeses. «Inicialmente, nos centramos en el norte de Europa porque el Greenline no es un producto emocional; tienes que tener un motivo racional para comprarlo», explica Tilen Jakopin. «En el norte de Europa, el yate se justifica por sí solo».