El ahorro energético es hoy una de las prioridades para reducir las emisiones de CO₂. Incluso hace más de un siglo, el ahorro energético ya era importante por la limitada capacidad de generación de energía eléctrica de los generadores impulsados por máquinas de vapor. En aquel tiempo, la tecnología punta consistía en unos rodamientos deslizantes que generaban una alta fricción y necesitaban mucho mantenimiento. La introducción de los rodamientos de rodillos contribuyó a reducir la fricción y ahorrar energía cuando la industrialización todavía estaba dando sus primeros pasos.

En 1905, el profesor W. P. Graham de la Universidad de Siracusa, en Nueva York, investigó el consumo energético de dos tranvías idénticos, uno equipado con rodamientos deslizantes y el otro con rodamientos de rodillos. El consumo en el mismo recorrido fue, respectivamente, de 6,45 kWh frente a 3,10 kWh, un ahorro del 52 por ciento. La Syracuse Rapid Transit Co. confirmó en 1907 a la Standard Roller Bearing Company de Filadelfia que después de cuatro años y medio de uso y recorrer 400.000 km, los rodamientos de rodillos no mostraban desgaste alguno. El ahorro anual en consumo de carbón para la generación de energía eléctrica en aquel tiempo fue de 260 dólares por año por vehículo.

Más adelante, la Standard Roller Bearing Company pasó a formar parte de Marlin Rockwell Corporation, también conocida como MRC, adquirida por SKF en 1986.

Para enterarse de las últimas novedades en ahorro energético, lea el artículo de la pág. 28 sobre la nueva familia SKF de rodamientos energéticamente eficientes.