Modernizar los tranvías “ding-ding”
Hong Kong Tramways explota la flota de tranvías de dos pisos más grande y antigua del mundo. Ahora, la empresa quiere modernizar sus tranvías con tecnología nueva. El problema es que su peculiar y antiguo diseño no se puede cambiar.
Hong Kong Tramways
Desde 1904, los tranvías recorren de este a oeste el norte de la Isla de Hong Kong. Hoy, Hong Kong Tramways explota una flota de 164 tranvías, incluidos un tranvía de mantenimiento y dos tranvías históricos que se alquilan para eventos privados.
Hong Kong posee la flota más grande del mundo de tranvías de dos pisos aún en funcionamiento. Transporta hasta 200 000 pasajeros cada día.
El tranvía cruza la Isla de Hong Kong desde Shau Kei Wan en el este hasta Kennedy Town en el oeste, con un ramal que circula por Happy Valley.
Desde 2010, Hong Kong Tramways es propiedad exclusiva de una empresa conjunta constituida por dos destacados operadores franceses de transporte público: RATP Dev, que explota el Metro de París, y Transdev, antiguamente Veolia Transdev, que tiene presencia en 20 países y opera 13 modalidades de transporte diferentes.
Los icónicos tranvías de dos pisos de Hong Kong recorren las calles de la Isla de Hong Kong desde hace más de un siglo. Constituyen una opción de transporte importante para la población local y también una atracción barata y nostálgica para los turistas.
Por solo 2,60 dólares de Hong Kong (0,30 euros, y los niños y ancianos pagan la mitad), un pasajero adulto puede cruzar toda la isla de este a oeste, o viceversa, disfrutando de las vistas de los numerosos rascacielos, sus pintorescos mercados y la animada vida callejera de la ciudad. Contemplarlo todo desde el piso superior es especialmente recomendable.
Los habitantes de Hong Kong habitualmente utilizan la expresión “ding ding” para referirse a los tranvías, en alusión al doble tintineo que alerta a los peatones de su presencia.
“Nuestra larga historia, nuestra gran reputación en la ciudad y nuestro valor patrimonial son factores positivos para nosotros”, explica Cyril Aubin, director general de Hong Kong Tramways. “Pero también suponen algunas limitaciones; somos responsables de salvaguardar un peculiar diseño que tiene 60 o 70 años de antigüedad”. Por otra parte, el diseño histórico de los tranvías también comporta algunas incomodidades, como los chirridos y el golpeteo que acompañan cada viaje.
El gran desafío que afronta la empresa es cómo integrar tecnologías nuevas en el diseño para mejorar el confort y facilitar el mantenimiento y, al mismo tiempo, preservar la forma y la apariencia de los tranvías.
Cajas de grasa con unidades de rodamientos de rodillos cónicos SKF
Hong Kong Tramways colaboró con SKF para desarrollar dos prototipos de cajas de grasa: una de caucho con suspensión cónica, y una con muelle de caucho con forma de V invertida, cada una equipada con una unidad de rodamiento de rodillos cónicos SKF. La empresa construyó dos bogies con estos prototipos.
“Encargado por Hong Kong Tramways, el CRRC Sifang Rolling Stock Research Institute de China ha llevado a cabo simulaciones por computadora del rendimiento dinámico, así como análisis de la resistencia estructural y a la fatiga de los bogies, y ha validado ambos prototipos”, explica Steven Chan de Hong Kong Tramways. “Una vez finalizadas las pruebas de rendimiento dinámico en condiciones de uso real, decidiremos cuál de los dos prototipos será el más adecuado para nosotros”.
En 2018, después de varios años de preparativos, Hong Kong Tramways optó por una inversión multimillonaria para cambiar los bogies, o bastidores, que contienen las ruedas, los ejes, motores y frenos, de los 164 tranvías que componen la flota. Los bogies fueron construidos originalmente en la década del veinte y reconstruidos en la década del cincuenta.
“Nuestros tranvías son vehículos únicos. No podemos confiar su construcción a un fabricante externo”, afirma Aubin. “Tenemos que construirlos y modificarlos nosotros mismos. En realidad, no somos un fabricante de material móvil, pero, en la última década, hemos ido desarrollando nuestras competencias”.
Durante los próximos cinco años, la primera fase de esta renovación, se gastarán unos 40 millones de dólares de Hong Kong (4,5 millones de euros) para cambiar 60 bogies.
“Hace 6 años identificamos las cajas de grasa como la parte más crítica de los bogies”, explica Steven Chan, director de ingeniería sénior de Hong Kong Tramways. “Nos causan muchos problemas. Se agrietan y se rompen, y requieren el trabajo de mecánicos muy habilidosos para soldarlos”.
Las cajas de grasa actuales contienen rótulas básicas, que generan problemas, sobre todo en las muchas curvas cerradas que tienen las vías.
“No es nada fácil diseñar un bogie que funcione bien en Hong Kong”, observa Chan. “Decidimos que la mejor opción era modificar los bogies, cambiando las cajas de grasa e insertando rodamientos adecuados”. Posteriormente, Hong Kong Tramways y SKF analizaron juntos cómo rediseñar las cajas de grasa con rodamientos de SKF.
Nuestros nuevos bogies nos aportarán muchas ventajas.
Cyril Aubin, DIRECTOR GENERAL, Hong Kong Tramways
“SKF nos ha apoyado en todo momento con su asesoramiento técnico”, agrega Aubin. “Puesto que los bogies datan originalmente de la década del veinte, no podemos contrastarlos con datos de referencia u hojas de cálculo de ingeniería. Tenemos que redescubrirlo todo.
“Nuestros nuevos bogies nos aportarán muchas ventajas”, continúa. “Aumentarán la confiabilidad, facilitarán el mantenimiento y reducirán nuestro consumo energético. Para los pasajeros, los viajes serán más cómodos, menos ruidosos y con menos traqueteo”.
Se prevé iniciar la instalación de los nuevos bogies durante el primer trimestre de 2019.