A quienes visiten la Isla Lantau, la más grande de Hong Kong, no les pasará desapercibido el Tian Tan Buddha: la estatua, conocida informalmente como el “Gran Buda”, es una inmensa figura sentada plácidamente sobre el horizonte. Acabada en 1993, mide 34 metros, pesa 250 toneladas y contiene más de 200 piezas de bronce fijadas a una estructura de acero. Se trata de uno de los Budas de bronce sentados al aire libre más altos del mundo.

Para llegar a la estatua los visitantes pueden subirse al teleférico Ngong Ping 360, que sale del centro de Tung Chung y traza un recorrido panorámico de 5,7 kilómetros y 25 minutos sobre la bahía homónima. Se puede elegir entre varias cabinas: estándar, acristalada (con suelo de vidrio), privada y –para las ocasiones especiales– la 360 Sky Lounge, decorada con exclusivos cristales de Swarovski.

Además de suministrar los rodamientos para el teleférico, SKF ayuda a Ngong Ping 360 a monitorizar el estado de funcionamiento del sistema de accionamiento de las cabinas, a través del análisis tendencial de los niveles de vibración y el análisis espectral de la grasa.