Triturar sin parar

 

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Resumen

La mina de Somincor entró en funcionamiento en 1989 y da empleo a unas 1000 personas. Las ventas totalizaron 343 millones de euros en 2008, con un beneficio de explotación de 201 millones. En 2008 se extrajeron 2,4 millones de toneladas de mineral. A partir de este mineral, Somincor obtuvo 89 000 toneladas de cobre, 22 600 toneladas de cinc y 927 000 onzas de plata. El objetivo para 2009 era extraer tres millones de toneladas de mineral.

 

Las paradas no programadas pueden afectar gravemente a la producción en las minas. La empresa minera portuguesa Somincor recurrió a SKF para mantener en funcionamiento sus trituradoras de piedra y facilitar su mantenimiento.

 

 

Cada 24 horas, casi 1000 metros por debajo de las soleadas llanuras del sur de Portugal, cientos de mineros –trabajando por turnos en una oscuridad ruidosa y polvorienta– sacan unas 12 000 toneladas de roca dura en una de las mayores minas de mineral de cobre de Europa.

La mina de Neves-Corvo, a unos 100 kilómetros al norte de Faro, está situada en la sección occidental de la Faja Pirítica Ibérica, uno de los depósitos más importantes del mundo de sulfuros masivos, rocas en las cuales la actividad volcánica ha dejado ricas vetas de cobre, cinc, plata y otros minerales.

La mina de Neves-Corvo es explotada por Somincor, una filial en propiedad absoluta de Lundin Mining Corporation, un grupo canadiense con sede en Toronto y con minas en Portugal, España, Suecia y la República Democrática del Congo. Su explotación comenzó en 1989 y el objetivo para 2009 fue extraer tres millones de toneladas de mineral de cobre.

La fijación de metas tan ambiciosas obliga a Somincor a mantener en un mínimo las paradas no planificadas de la producción. «Por cada hora que perdemos, dejamos de extraer unas 550 toneladas de mineral», dice Jacinto Palma, jefe de mantenimiento de la mina. «Cada avería es una amenaza para nuestros objetivos de producción».

Evitar las paradas no planificadas es un reto especialmente difícil en las condiciones agresivas de la mina de Neves-Corvo. «Trabajamos en un entorno hostil en el que las vibraciones constantes y la corrosión por agua, polvo, arena y cemento llevan al límite la resistencia de nuestras máquinas», dice Palma.

En 2008 y a comienzos de 2009, Somincor sufrió varias paradas no planificadas prolongadas debido a problemas mecánicos con los chasis en los que se apoyaban los motores que impulsan las dos trituradoras subterráneas de la mina. Se trata de máquinas potentes que trituran la roca en fragmentos más manejables antes de transportarla a la superficie.

«Los chasis se instalaron cuando se inició la explotación de la mina hace 20 años», dice Palma. «A causa de la corrosión y el desgaste normal, empezamos a experimentar una serie de problemas con las correas de transmisión, que se rompían repetidamente, se torcían o se salían de las poleas».

A principios de 2009, Somincor planteó a SKF una opción que iba mucho más allá de cambiar los dos chasis de motor: instalar sistemas totalmente nuevos que no solo fuesen más eficaces en evitar las paradas, sino que también redujesen significativamente su duración cuando se produjeran.

«Con los motores atornillados a los chasis, un cambio de correa podía llevar tres o cuatro horas», dice Palma. «Eso significa una pérdida de producción de más de 1200 toneladas, equivalente al 10 por ciento de la extracción diaria. Si ocurre varias veces al año, la merma es importante».

Somincor se puso en contacto con SKF a través de Vedrol, un Distribuidor Autorizado SKF local que visita la mina al menos una vez por semana. «Habíamos visto el tipo de chasis que buscábamos en las publicaciones de SKF y queríamos explorar la posibilidad de usarlo en la mina», dice Palma.

En marzo de 2009, un equipo de SKF Portugal presentó formalmente una solución integrada para evitar las paradas no planificadas y reducir el tiempo de parada cuando realmente es necesario detener la producción.

«Varios departamentos de SKF Portugal aunaron fuerzas en un proyecto cuyo objetivo era incrementar el tiempo medio entre fallos», cuenta Joaquim Claro, de SKF Reliability Systems. «La solución elaborada consistió en cambiar el chasis existente e instalar un sistema hidráulico que permite que los motores se desplacen hacia atrás, de forma que las correas se pueden cambiar, tensar o regular en muy poco tiempo».

La solución también incluyó el suministro de correas de transmisión, sistemas tensores de correas, un instrumento láser para alinear poleas, comprobación de vibraciones después de la instalación y recambios de algunos componentes clave. SKF Portugal propuso externalizar la construcción del chasis de metal a Silvas S. A., una empresa de ingeniería portuguesa, para así satisfacer la exigencia por parte de Somincor de una solución completa y llave en mano.

Somincor aprobó el proyecto en mayo de 2009 y la instalación se realizó en menos de tres días, durante la parada de mantenimiento anual de nueve días, en el mes de julio. «Somincor es muy rigurosa en temas de seguridad y nuestro equipo pasó casi un día entero de formación sobre seguridad», dice Rogério Rebelo, de SKF Reliability Systems. «Cada viaje con las máquinas nuevas hasta las trituradoras D0 550 y D0 700 tardaba unos 30 minutos de ida y 30 minutos de vuelta en una camioneta 4×4».

Tres meses después de la instalación, la mina no había sufrido ni una sola parada no planificada. «Con el nuevo sistema resulta mucho más fácil y rápido tensar las correas de transmisión y asegurar que las poleas estén correctamente alineadas», dice Palma. «La desalineación de poleas era antes la causa raíz de que las correas se salieran de las poleas o se rompieran».

Claro calcula que cualquier parada para cambiar las correas o regular las poleas tardará ahora entre 15 y 20 minutos, en lugar de las cuatro horas que podía tardar antes. «La nueva solución funciona muy bien y es mucho más fácil de usar», dice Palma. «Queda por ver si a la larga aguanta bien las condiciones agresivas de la mina, pero estamos convencidos de que representa un gran paso adelante en términos de eficiencia y fiabilidad». Actualmente, Somincor está estudiando instalar una tercera trituradora que utilizaría el mismo sistema.

En Neves-Corvo se extrae el mineral mediante galerías y bancadas, cortando enormes túneles o tajos en las vetas de mineral. Posteriormente, los espacios creados se vuelven a llenar para apuntalar y el mineral se empuja por pozos verticales, cayendo hasta niveles inferiores donde enormes camiones volquete, con faros que parecen los ojos de extrañas bestias subterráneas, lo transportan hasta una de las dos trituradoras.

Según Hugo Rianço, técnico de mantenimiento de Somincor, tras romper la roca en trozos más pequeños, se carga en enormes «cubos» y se eleva más de 700 metros por un pozo vertical de 5 metros de diámetro hasta la superficie. Allí, el metal se separa del mineral mediante flotación y filtración.

Nuevas reservas se descubren regularmente en la mina. «Eso significa que nuestras reservas actuales están prácticamente al mismo nivel de cuando iniciamos la producción en 1989», dice Palma. Como resultado, en Neves-Corvo se prevé seguir excavando la tierra para extraer valiosos metales durante otros 20 o 30 años.


Una colaboración que perdura

Somincor ha disfrutado de una estrecha relación comercial con SKF, desde que la mina entró en funcionamiento en 1989, centrada en el suministro de rodamientos y sistemas de lubricación. «Tenemos docenas de vehículos y máquinas que utilizan una gran cantidad y variedad de rodamientos», dice Jacinto Palma, jefe de mantenimiento de la empresa. «En abril de 2009 cambiamos los rodamientos originales de una máquina muy grande que llevaba funcionando 20 años. Eso significa una vida útil de más de 130 000 horas. Su rendimiento ha superado ampliamente nuestras expectativas. Creo que ni siquiera los ingenieros de SKF se lo esperaban».

Una solución integrada

SKF aportó una solución integrada para las paradas no planificadas de las trituradoras D0 550 y D0 700 de la mina Neves-Corvo de Somincor. Esta solución consistió en cambiar el chasis metálico de los motores existente e instalar un sistema hidráulico que desplazaba los motores hacia atrás, permitiendo cambiar, tensar o regular las correas en poco tiempo. SKF también suministró correas de transmisión, sistemas tensores de correas, un instrumento láser para alinear poleas, comprobación de vibraciones después de la instalación y recambios para componentes clave.