Una revolución móvil

 

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Resumen

Extec Industries se constituyó en 1987 con el objetivo de convertirse en el fabricante líder mundial de trituradoras y cribas móviles.
La idea era construir un sistema de cribado integrado que combinara la movilidad total con una alta productividad. El resultado fue la revolucionaria máquina 5000.
A raíz del éxito de la 5000, la producción se trasladó primero a Brightside Lane, en Sheffield, Inglaterra, y luego a unas instalaciones más espaciosas en Wincobank, Inglaterra.
Hoy, Extec está presente en casi todos los países del mundo; da empleo a 500 personas en producción y 180 en diseño, premontaje, ventas y servicio posventa.

 

La empresa británica Extec revolucionó su sector desarrollando máquinas que permitían triturar y cribar in-situ.

En una épocaen la que aumenta la rotación de personal, Extec Screens and Crushers Ltd. consigue conservar a sus empleados durante mucho tiempo. De hecho, actualmente hay en plantilla muchas personas que recuerdan los primeros años de la compañía, a finales de los 80 y principios de los 90, cuando el sector estaba reinventándose para responder a los cambios económicos y medioambientales globales, y lanzar nuevos productos con una regularidad pasmosa.

Extec (del lema «excelencia a través de la tecnología») diseña y fabrica máquinas gigantes que reducen las rocas y escombros a áridos, grava e incluso arena fina. También se usan para triturar y granular carbón, y clasificar de todo, desde madera y residuos domésticos hasta los restos de carreteras, permitiendo reutilizar el asfalto sacado de carreteras existentes para la reparación de carreteras.

«Cuando me incorporé a Extec», recuerda Roger Murrow, jefe de comunicaciones de la compañía, «producíamos un puñado de cribas y trituradoras al año. El año pasado fabricamos más de 1.000, y aun así no llegamos a satisfacer la demanda de los clientes».

Ya entonces las máquinas de Extec revolucionaban un diseño que, dice, «no había cambiado desde los tiempos de las minas del Rey Salomón».

Incluso hoy, en algunas partes del mundo, las rocas son reducidas a gravilla y arena con «trituradoras de mandíbula» accionadas a mano. Desde su fundación en 1987, Extec ha producido maquinaria sofisticada que sustituye a las almádenas y trituradoras accionadas manualmente. Y no sólo se ha convertido en un líder mundial de un sector en auge, sino también ha ayudado a revolucionar al menos una industria.

Hace veinte años, Extec se percató de que las empresas que se dedicaban a la producción de gravilla, arena y carbón fino tenían que pagar el transporte de las rocas y el carbón desde las canteras o minas, hasta las plantas de triturado y cribado que costaban millones de euros comprar y mantener. Identificaron un mercado para trituradoras y cribas móviles más pequeñas que pudieran operar in-situ. Extec inventó y comenzó a fabricar máquinas que se transportaban fácilmente a la mina o cantera y que podían incluso maniobrar y desplazarse desde un lugar de trabajo a otro. Fue el comienzo de algo grande. La demanda de la máquina móvil fue inmediata y las ventas siguen viento en popa, gracias principalmente a la creciente concienciación de la necesidad de la sostenibilidad medioambiental y al concomitante y explosivo crecimiento del reciclaje.

 

Un ejemploes la industria de la demolición. Hasta hace bien poco, una empresa que tuviera que demoler, digamos, una gran central eléctrica sacaba a concurso el trabajo y contrataba a una empresa de derribos por una gran suma de dinero. Hoy no es así. Ahora los contratistas de derribos presentan licitaciones no por cuánto cobrarán a los propietarios de la central eléctrica, sino por cuánto les pagarán por demolerla a cambio de los escombros. Tal es el valor de los áridos, la gravilla y la arena que pueden obtenerse de los escombros de una demolición importante que lo que antes eran «simples» contratistas de derribos ahora son importantes fabricantes de materiales de construcción.

Otro poderoso incentivo es el aumento de las tarifas por cada tonelada de residuos que se lleva a los vertederos. Ya comunes en el mundo desarrollado, estos gravámenes no tardarán en aparecer en las economías menos desarrolladas, lo que significa que habrá un mercado creciente para cribas y trituradoras móviles que transformen los escombros en rentables materiales de construcción en vez de costosos residuos.

Las trituradoras reducen la materia prima a escombros de un tamaño manejable. Luego las cribas filtran y separan este material en fragmentos de distintos tamaños, que salen por diferentes cintas transportadoras para ser apilados por separado. En conjunto, las máquinas pueden manejar entre 200 y 300 toneladas de material por hora, produciendo hasta cinco clases de producto, desde partículas de arena fina hasta trozos de piedra con diámetros de hasta 50 milímetros. Las máquinas pueden conectarse entre sí mediante un control lógico programable, de modo que cualquier obstrucción o demora sufrida por una máquina hará que las otras se paren automáticamente hasta que el problema se haya resuelto, momento en el cual la producción se reanudará.

 

Extec es lo quesu director de operaciones, Ian English, llama «el líder del sector en cuanto a innovación», gracias a una sola cosa: esfuerzo e inversión prácticamente sin límites en investigación y desarrollo.

«No nos dormimos en los laureles», dice. «Tenemos más de 100 patentes en todo el mundo y más de 30 proyectos de investigación y desarrollo en marcha». Es la creciente demanda de una línea de productos en constante evolución que ha hecho que la facturación de Extec salte de 97 millones de euros a más 160 en sólo cuatro años. Ni siquiera las fuertes subidas de los precios del acero y del petróleo han hecho mella en el entusiasmo del mercado. Para el primer año de producción de su nueva criba E7, English y sus colegas previeron una demanda de 35 unidades. Fabricaron y vendieron más de 200 máquinas, más del 500% de la demanda prevista.

Hoy, hay maquinaria móvil de Extec operando en casi todos los países del mundo, desde las minas de carbón francesas hasta lugares de demolición en el centro de Tokio pasando por el cráter de un volcán apagado de las Islas Canarias. La fabricación tiene lugar en su planta de 7,5 hectáreas en Derbyshire, Inglaterra, que emplea a más de 500 personas. La compañía tiene equipos de diseño y premontaje en Sheffield, Inglaterra, y en Omagh, Irlanda del Norte, así como unidades de venta y servicio posventa en Estados Unidos, Australia y Alemania, que emplean a otras 180 personas. Los componentes se compran a proveedores en la India, China y Tailandia.

 

Otra razón del éxitode Extec es la velocidad con la que la compañía lanza nuevos productos.

«Podemos lanzar al mercado una máquina completamente nueva en un tiempo inigualable», dice English, poniendo el ejemplo de la trituradora de conos de oruga X44-SBS, que lleva el mayor componente que SKF ha suministrado a Extec, una enorme corona de orientación para la unidad de los conos que tiene un agujero de casi un metro.

«En diciembre de 2005, llegamos a un acuerdo con Telsmith, de Estados Unidos, para comprar unidades de cono», dice. «Y en la primavera/verano de 2006, las nuevas trituradoras de conos X44-SBS ya estaban operando en tres continentes».

La compañía siempre está buscando formas de innovar sus máquinas. Según English, buena parte de la inspiración para nuevas prestaciones y máquinas procede del propio mercado.

«Los propios clientes nos ayudan a desarrollar nuestras máquinas», dice. «Cuanto antes implantemos la sugerencia de un cliente de nuevas prestaciones o especificaciones, mejor será para el cliente y para Extec. Lo que hoy es una nueva demanda de un cliente, a menudo se convierte en una característica estándar a los pocos meses».


Colaboración en todos los frentes

SKF UK colabora con Extec Screens and Crushers Ltd. desde siempre, pero hace tres años, la colaboración dio un salto cualitativo al convertirse SKF en su único proveedor de rodamientos y otros productos como los sistemas de lubricación de Vogel y los sistemas electrónicos de detección de fallos Copperhead.

«La colaboración entre SKF y Extec abarca las cinco plataformas de SKF (rodamientos y unidades, sistemas de lubricación, servicios, mecatrónica y obturaciones)», dice Bryan Jones, gestor de cuenta para SKF UK.

Las dos empresas colaboran estrechamente para desarrollar soluciones específicas adaptadas a las necesidades técnicas de Extec, en las que también trabaja el departamento de ingeniería de aplicaciones de SKF, que desarrolla soluciones personalizadas para Extec.

Dado que los equipos de Extec se venden en todo el mundo, éstos deben poder funcionar en climas radicalmente distintos, desde el calor abrasador del desierto africano, hasta los fríos de Siberia.

Otra área de colaboración es la implantación de prestaciones de diseño «verdes». SKF suministra rodamientos para cintas transportadoras que permiten un funcionamiento a largo plazo sin lubricación externa, lo que reduce los costes de producción de Extec y los costes de mantenimiento de sus clientes.