Cosecha púrpura
Los cultivadores de azafrán del norte de Grecia buscan nuevos usos y mercados para esta especia antigua.
Cada octubre, alrededor de la ciudad griega de Kozani, los campos adquieren una intensa tonalidad violácea gracias al Crocus sativus, una planta perenne con pétalos de color morado.
Los habitantes locales cosechan y secan los estigmas de la planta para producir azafrán, muy apreciado por su característico sabor amargo y sus supuestas propiedades curativas. La región noroeste de Grecia es el mayor productor de azafrán de Europa, la especia que aporta su sabor único a platos que van desde la paella española hasta la bouillabaisse francesa.
Los primeros datos referentes al cultivo de azafrán en Grecia se remontan a la Edad de Bronce tardía. Hoy, la región de Kozani produce entre dos y tres toneladas al año, la mayor parte de cultivo ecológico. El azafrán es tan delicado que debe recolectarse a mano. Cada flor produce sólo tres estigmas, y para producir un kilo de azafrán desecado se necesitan entre 110.000 y 170.000 flores frescas.
En el pueblo de Krokos tiene su sede la Cooperativa de Azafrán de Kozani, una asociación de cultivadores compuesta por unas 1.000 familias procedentes de 40 pueblos.
Krocus Kozanis Products SA, una empresa conjunta de la Cooperativa de Azafrán de Kozani y la marca griega de productos para el cuidado de la piel Korres, explora las propiedades medicinales y curativas del azafrán. Uno de sus primeros productos es una gama de infusiones de azafrán de cultivo ecológico que se comercializan en Europa, Asia, Oceanía y Norteamérica.
SKF respalda este proyecto como proveedor de rodamientos rígidos de bolas y grasa para una envasadora T2 Prima situada en Kozani.