Aprovechar el poder de la energía undimotriz
CorPower Ocean buscaba soluciones de rodamientos capaces de resistir cargas elevadas y movimientos rotatorios lentos para su convertidor de energía undimotriz líder en el mundo. El primer convertidor a escala real estará equipado con rodamientos inteligentes de SKF y pronto estará listo para las pruebas.
La energía undimotriz es una de las mayores fuentes de energía limpia del mundo y tiene potencial para satisfacer el 10% de las necesidades energéticas globales. La planta de CorPower Ocean en Estocolmo (Suecia) acoge un proyecto líder en el mundo en este ámbito.
“Lo que hace tan interesante a la energía undimotriz es su perfil constante de producción. Puede desempeñar un papel importantísimo en la transición hacia un sistema energético 100% renovable, y sustituir a energías contaminantes como el carbón y la energía nuclear”, explica Patrik Möller, director ejecutivo de CorPower Ocean.
CorPower Ocean fue fundada en 2010 y, tras varios ciclos de aprendizaje, ha desarrollado su primer convertidor a escala real. Una vez acabadas las pruebas en el banco de pruebas de la empresa en el verano de 2022, el convertidor se instaló en el mar frente a la costa de Portugal en otoño de 2022. El objetivo es lanzar un producto comercial acabado al mercado global en 2024.
“Nuestra intención es convertirnos en líderes mundiales en la construcción y suministro de convertidores de energía undimotriz. Vemos un potencial de crecimiento enorme para esta tecnología”, continúa Möller.
Ayuda necesaria
SKF se unió al proyecto en sus primeros pasos para ayudar a identificar qué tipos de rodamientos, lubricación y monitoreo eran necesarios. “Al comienzo, llegaron los problemas: movimientos rotatorios lentos y cargas extremas”, afirma Jacob Ljungbäck, ingeniero mecánico responsable del diseño de parte del producto en CorPower Ocean.
Vemos un potencial de crecimiento enorme para esta tecnología
Patrik Möller, director ejecutivo de CorPower Ocean.
Cuando introdujo los valores de las cargas y las velocidades de rotación en la calculadora en línea de SKF, el programa devolvió un mensaje de “error”. “Estaba claro que no íbamos a conseguirlo sin ayuda”, dice, “y me puse en contacto con SKF”.
Ljungbäck terminó comunicándose con Yvonne Rydberg, ingeniera de aplicaciones de SKF. Recuerda Rydberg: “como ingeniera de aplicaciones, fue una gran suerte para mí poder formar parte de este proyecto en una fase tan temprana. Si intervienes cuando el proyecto ya está muy avanzado, normalmente tu función se limita a resolver problemas. Pero al formar parte del proyecto desde el principio, pudimos aportar nuestros conocimientos técnicos cuando todavía se estaba desarrollando el concepto”.
Un taller en SKF
Al principio, hubo mucho contacto por teléfono y correo electrónico. Surgieron numerosas preguntas. Para avanzar hacia una solución, se organizó un taller en SKF, en Gotemburgo.
“Dedicamos un día entero a repasar todo el rodamiento, desde el tipo, las soluciones de sellado y su tamaño hasta la lubricación y la instalación”, explica Rydberg. “Conseguimos atar muchos cabos sueltos”.
Ljungbäck también valora positivamente el taller. “Me resultó muy útil sentarme y poder repasar todo el rodamiento de una sola vez”, dice. “Indudablemente, nos ahorró varias semanas de trabajo en la fase de desarrollo”.
Durante el taller, el grupo identificó una solución básica que parecía prometedora y que sentó las bases para el desarrollo de varios modelos. “En total”, precisa Ljungbäck, “hemos desarrollado cuatro modelos de rodamientos que ahora estamos probando. Más adelante, la idea es que SKF nos ayude a evaluar los rodamientos para encontrar la solución más rentable para nuestra aplicación”.
En SKF, Rydberg espera que continúe el proyecto y recalca la importancia de iniciar la colaboración en una fase temprana, cuando todavía existen pocos parámetros fijos. “Es precisamente en esta fase cuando más valor podemos aportar y el cliente puede beneficiarse al máximo de nuestros conocimientos técnicos colectivos”.