MM comprobó que, en algunos tramos, la ausencia de un método de lubricación apropiado de las vías hacía que los tranvías emitieran chirridos molestos. En busca de soluciones, la empresa recurrió a los sistemas de lubricación de SKF.

La solución de SKF consta de un sistema de línea simple en el que los tranvías que se aproximan activan un ciclo de lubricación. Una bomba envía lubricante a distribuidores de línea simple, que suministran a cada canal de lubricación 0,05 centímetros cúbicos de lubricante. Este pequeño volumen ofrece ventajas significativas puesto que las ruedas lo absorben mejor y el lecho de las vías permanece limpio.

Desde que se ha empezado a usar la solución de SKF, los tranvías circulan más silenciosamente. Además, la red utiliza una cantidad de lubricante significativamente menor y el mantenimiento se ha hecho mucho más eficiente, todo lo cual son ventajas para MM.