Reacción positiva
Un emprendedor sueco convierte productos residuales, como neumáticos usados y plásticos, en oro. ¡Oro negro!
Datos
Los rodamientos de SKF en el reactor CASO
SKF y su distribuidor sueco Momentum Industrial AB suministran a Cassandra Oil varios rodamientos que se usan en el reactor pirolítico CASO de la empresa, que convierte residuos de hidrocarburos en petróleo. Los rodamientos incluyen un CARB C 3136 que se utiliza en la trituración, el troceado y el craqueo químico de los hidrocarburos, y rodamientos de rodillos a rótula estándares en la maquinaria auxiliar. “Se trata de un cliente prestigioso y único en su sector”, dice Magnus Fors, gestor de cuenta de SKF. “Y podría ser un actor muy importante en el futuro”. Además, existe un lazo histórico entre las dos empresas. Hace unos 100 años, el abuelo materno del fundador de Cassandra Oil, Anders Olsson, fue ingeniero y diseñador de SKF.
Una tecnología patentada
La tecnología patentada del reactor de Cassandra Oil recupera petróleo a partir de materiales que contienen hidrocarburos, como neumáticos usados, residuos plásticos, fangos de petróleo, aceite usado, arenas petrolíferas, esquistos bituminosos y chatarra electrónica. La tecnología se basa en una despolimerización térmica exclusiva y rápida por fricción, además del uso de lechos fluidizados, una superficie extensa de intercambio térmico y el efecto catalítico. El corazón de la tecnología consiste en un reactor de desarrollo propio que utiliza la despolimerización catalítica para romper las cadenas de hidrocarburos y, de este modo, crear fracciones ligeras de petróleo. Se utiliza la fricción generada mecánicamente para maximizar el rendimiento y reducir los costos de producción respecto del costo por barril. El reactor CASO 600 puede procesar unas 2 toneladas de residuos por hora, 24 horas al día.
Anders Olsson, financiero sueco y fundador de Cassandra Oil, posa al lado de su reactor CASO mientras este extrae petróleo del material residual acumulado en la sede industrial de su empresa en Västerås, Suecia.
En un lado del reactor patentado, un transportador helicoidal nutre la máquina de neumáticos troceados. En el otro lado, un grifo expulsa petróleo ligero en una cisterna.
Es petróleo calidad Brent, o mejor. Tenemos la tecnología a punto. Dentro de 2 años, podremos entregar 20 reactores como este cada año.
Anders olsson, fundador de Cassandra Oil
“Es petróleo calidad Brent, o mejor”, dice Olsson, refiriéndose a una clasificación comercial del petróleo ligero. Como si fuera un refinado licor, sostiene una botella que contiene una muestra del líquido. “Tenemos la tecnología a punto”, dice. “Dentro de 2 años, podremos entregar 20 reactores como este cada año”.
El modelo de negocio de Cassandra Oil consiste en extraer petróleo ecológico desde productos de desecho y venderlo a un precio superior. El nombre “Cassandra” viene de la princesa troyana de la mitología griega, famosa por sus profecías. Para Olsson, sus 20 colaboradores y diversos socios financieros, reciclar los residuos de hidrocarburos del mundo y convertirlos en petróleo aprovechable es un sueño tentador, cargado de riquezas potencialmente ilimitadas y buena voluntad medioambiental.
¿Podría ser una solución para las islas de plástico que flotan en las aguas del mundo, los problemas derivados de las arenas petrolíferas en América del Norte, los lagos de petróleo en Medio Oriente, las montañas de neumáticos usados que incluso se ven desde el espacio?
Podría ser, al menos, parte de la solución, dice Olsson. “Necesitamos incrementar la escala”, afirma. Pero el reactor de Västerås ya está listo y disponible para la entrega.
“Como cualquier negocio, debemos estar centrados, pensar a largo plazo y ser pacientes.
“En Occidente consumimos un neumático por persona cada año”, continúa. “Es decir, ¡1 000 millones de neumáticos! El manejo y desecho de los neumáticos usados plantea un problema medioambiental de dimensiones descomunales y, hasta ahora, no se ha dispuesto de tecnologías viables para el reciclaje de neumáticos. Como resultado, nuestro planeta está abarrotado de montañas de neumáticos”.
Olsson ha patentado 15 innovaciones. También ha exportado diversos productos a Medio Oriente, una región donde detectó la necesidad de tecnologías de limpieza de la contaminación por petróleo. Proyecta el reactor CASO como unidad de recuperación móvil para esquistos bituminosos y arenas petrolíferas, y también para los derrames y vertidos producidos por la exploración petrolera. También podría aplicarse al reciclaje de residuos electrónicos.
El reactor CASO podría embalarse en dos o tres contenedores y enviarse a cualquier lugar del mundo en cuestión de semanas, continúa Olsson.
Sin embargo, de momento, el concepto de negocio de Cassandra Oil es producir plantas de procesamiento ecológicas para la recuperación de petróleo y gas a partir de materiales ricos en hidrocarburos y mucho más accesibles, como neumáticos y plásticos no PET, y establecer colaboraciones con empresas líderes en la gestión de residuos.
“Por un lado, las fuentes de materias primas se consideran casi inagotables”, explica Olsson. “Por otro lado, el petróleo recuperado puede venderse a un precio superior en el mercado libre por su valor como producto no contaminante, o directamente a industrias de elevado consumo energético, o utilizarse para la producción de productos basados en el petróleo, como plásticos, neumáticos nuevos o gasoil.
“Cassandra Oil quiere ser un interlocutor importante en una nueva economía circular global que incluya el reciclaje de hidrocarburos”, afirma Olsson.
Cassandra Oil cotiza en Nasdaq First North, Estocolmo.