El árbol como solución
El árbol será un elemento clave para lograr una economía sostenible, pronostica Karl-Henrik Sundström. Y para ello, está reinventando la empresa más antigua del mundo.
“C reo que todo lo que hoy se fabrica a partir de materiales de origen fósil, mañana se podrá fabricar a partir de un árbol”, afirma Karl-Henrik Sundström, director ejecutivo de Stora Enso, el grupo sueco-finlandés de productos forestales, papel y celulosa. “Después de todo, el petróleo es madera sometida a presión durante millones de años”.
Karl-Henrik Sundström
Nacimiento: 1960. Vive en Estocolmo.
Familia: Casado con tres hijos adultos; tiene dos perros.
Formación: Universidad de Upsala y Harvard Business School.
Trabajo: 22 años en Ericsson, donde llegó a ocupar la dirección financiera; director financiero de NXP Semiconductors, entre 2008 y 2012; en Stora Enso desde 2012, como director ejecutivo desde 2014.
Aficiones: Le gusta navegar por el archipiélago de Estocolmo con su familia, leer y practicar esquí alpino.
Lema: ¡Esfuérzate más!
Desde 2014, Sundström es director ejecutivo de Stora Enso, uno de los grandes actores globales de su sector y, para muchos, la empresa más antigua en actividad, ya que sus raíces se remontan a la minería del cobre en Suecia central en el siglo XIII.
El cambio climático ha pasado rápidamente a encabezar la agenda de todo el mundo, continúa Sundström. Prescindir de los materiales de origen fósil, y sobre todo del plástico, es un objetivo prioritario que los mercados ya están anhelando conseguir.
Creo que todo lo que hoy se fabrica a partir de materiales de origen fósil, mañana se podrá fabricar a partir de un árbol.
Karl-Henrik Sundström
“Todos estamos intentando reducir el uso de combustibles fósiles”, expone, “y los consumidores cada vez son más insistentes en su exigencia de productos sostenibles. Diversas megatendencias globales, como la urbanización, el crecimiento demográfico, una clase media cada vez más influyente y el calentamiento global, están impulsando la demanda de materias primas renovables, reciclables y libres de combustibles fósiles. Con dichos antecedentes, es fácil comprender la importancia del sector forestal”.
Sundström explica que muchos expertos y dirigentes políticos auguran que el sector forestal será un factor importante a la hora de romper con la dependencia de los combustibles fósiles. Ante las prohibiciones que afectan a todo tipo de productos, desde las bolsas de plástico descartables hasta las pajitas y los vasos de plástico, grandes empresas del comercio minorista y de comida rápida están buscando alternativas desesperadamente. Aquí es donde entra en juego el árbol.
“Para cumplir los objetivos climáticos del acuerdo de París, es necesario reducir rápidamente el uso de materiales de origen fósil y sustituirlos con materiales renovables”, continúa. “Los materiales hechos a partir de los árboles, como el papel y el cartón, pueden reutilizarse entre cinco y siete veces, y luego los árboles se pueden volver a plantar. Es una de las razones que explica la atención renovada centrada en nuestro sector”.
Sundström argumenta que el árbol está llamado a desempeñar una doble función: en primer lugar, su celulosa se utiliza para productos que van más allá del papel, el cartón y el tisú, y, en segundo lugar, todas las partes del árbol son aprovechables.
Un árbol típico suele componerse en un 35-40% de fibras de celulosa. Otro 20-30% se compone de lignina, un aglutinante, y un 25-35% consiste en hemicelulosa, que básicamente es un azúcar.
Hoy, la mayor parte de la lignina y hemicelulosa se incinera para producir energía, explica Sundström, pero Stora Enso está explorando aplicaciones nuevas, algunas de las cuales ya se están comercializando.
La lignina se utiliza en la fabricación de resinas y adhesivos, con aplicaciones en la construcción, por ejemplo. Pero también es posible hacer fibra de carbono a partir de la lignina, con lo que podría erigirse en una alternativa al acero.
La hemicelulosa se utiliza en aplicaciones como edulcorantes. Por otra parte, ofrece mucho potencial como materia prima en un amplio espectro de productos químicos.
La celulosa se utiliza en materiales compuestos que pueden moldearse para crear todo tipo de formas, y la nanocelulosa, un derivado de la celulosa, se utiliza para producir embalajes más ligeros, películas más delgadas, además de sustituir a los plásticos en muchos ámbitos.
“En el embalaje, una gran parte del plástico se puede sustituir con materiales biocompuestos y nanocelulosa”, afirma Sundström. “Los materiales transparentes son prácticamente lo único que no podemos producir”, reconoce. Pero no se rinde de cara al futuro.
Como referente del sector forestal, la trayectoria de Karl-Henrik Sundström es un poco atípica. Durante 22 años trabajó para el gigante de infraestructuras móviles Ericsson y luego, durante 4 años, fue director financiero de NXP Semiconductors, el fabricante de chips más importante de Europa. “Mi experiencia profesional destaca por dirigir organizaciones durante procesos de cambio y por potenciar tecnologías y productos nuevos”, dice.
Y bajo la administración de Sundström, Stora Enso también está cambiando. En 2015 solo el 1,5% de sus ventas procedían de productos nuevos, es decir, productos con menos de 3 años de antigüedad. Hoy representan casi el 10%.
“Dentro de 5 o 10 años, los productos nuevos representarán una parte importante de nuestro volumen de ventas”, afirma. “Y dentro de 10 o 15 años, las soluciones nuevas supondrán posiblemente la mitad de las ventas, con productos cuya presencia actual en el mercado es aún incipiente. Será una empresa totalmente distinta”.