Pasión por la compasión
La increíble trayectoria vital de Karen Armstrong, ganadora del premio TED, la ha llevado a volcarse en la difusión de la “Carta de la compasión” en escuelas, empresas, comunidades religiosas y ciudades de todo el mundo.
Datos
Karen Armstrong
Edad: 67
Nacionalidad: Británica
Ciudad preferida: Londres
Libro más influyente que ha leído: Fe y Creencia de Wilfred Cantwell Smith
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Algunas de las personas que tienen éxito en un ámbito determinado se fijan un plan de vida, objetivos profesionales y metas anuales. En el caso de Karen Armstrong, premiada escritora, presentadora y comentarista británica, no ha habido ninguna gran estrategia. Cuando era joven le aburría la misa católica pero, así y todo, se hizo monja. Odia escribir, pero ha escrito más de 20 libros sobre religión comparada. Es muy respetada en varios países, incluyendo los Estados Unidos y Pakistán, pero no ha obtenido el mismo reconocimiento y éxito en su tierra natal. Y, sin embargo, bajo su último y muy ambicioso proyecto se percibe una estrategia. Se trata de reunir a personas de todas las confesiones (o de ninguna) en torno a un compromiso declarado: la “Carta de la compasión”.
En la infancia de Armstrong no hubo ningún indicio de cómo iba a evolucionar su vida. Su decisión de hacerse monja a los 17 años fue totalmente inesperada para su familia y sus amigos. “Fue parte de mi rebelión adolescente y mis padres se quedaron horrorizados”, explica. “Era una idealista. Quería una vida más pura que la que veía a mi alrededor”.
Tras pasar siete años en el convento, Armstrong abandonó la comunidad y decidió que ”no quería tener nada que ver con la religión”. A continuación vivió lo que describe como “una serie de desastres profesionales”: un intento fracasado de ser académica en Oxford, una carrera en la docencia truncada por la epilepsia y un periodo como presentadora de televisión que terminó bruscamente cuando se destapó un desfalco de sus superiores. Fue después de esas experiencias, dice, cuando cambió su actitud respecto a la vida y la religión. Por primera vez en décadas, “estaba en silencio”, un periodo de intensa reflexión y estudio que le permitió conocer varias tradiciones religiosas.
Su primer libro, A través de la puerta estrecha, publicado en 1982, describe sus experiencias como religiosa. Le siguieron otros libros, como Mahoma: biografía del profeta, Una historia de Dios y el más reciente Doce pasos hacia una vida compasiva.
En 2008, la obra de Armstrong captó la atención de TED (Tecnología, Entretenimiento y Diseño), una organización sin ánimo de lucro dedicada a las “ideas dignas de ser difundidas”. Los populares programas de 18 minutos de TED son muy seguidos en Internet; los vídeos en su canal YouTube han atraído a casi 110.000.000 visitas.
El Premio TED impulsa el talento y los recursos de la comunidad TED. Los premiados reciben 100.000 dólares y se les concede “un deseo para cambiar el mundo”. Armstrong recibió el premio en 2008 y su deseo fue crear, lanzar y propagar la “Carta de la compasión”, escrita por representantes de diversas confesiones.
Culminada a finales de 2009 y firmada actualmente por más de 91.000 personas de todo el mundo (incluyendo personalidades influyentes de la religión, la política y la empresa), el objetivo declarado de la carta es “restaurar la compasión en el centro de la moralidad y la religión”. También pide “volver al antiguo principio que afirma que cualquier interpretación de las escrituras que incite a la violencia, el odio o al desprecio, es ilegítima”. Cuando Armstrong no está investigando o escribiendo su nuevo libro, recorre el mundo divulgando el mensaje de la Carta y animando a la gente a firmarla.
Armstrong cree que la compasión tiene un papel fundamental a desempeñar en la empresa y que el trato que una empresa da a sus trabajadores y clientes se refleja en sus resultados anuales. “Si eres más genuino como ser humano, tendrás más éxito en los negocios”, dice. “Como ha mostrado [la crisis económica de] 2008, sacar dinero de la comunidad para meterlo en tu propio bolsillo no es un buen negocio”. La comunidad empresarial también puede influir profundamente en los políticos, creando una cultura de compromiso con la compasión.
Armstrong todavía muestra el idealismo de la adolescente que se fue de casa para hacerse monja. “Podemos actuar con egoísmo y reproducir el caos que vemos a nuestro alrededor”, dice, “o esforzarnos por recalcar el elemento compasivo de nuestra tradición, sea religiosa o laica, y situarlo en el primer plano. No sirve de nada lamentar la miseria que existe en nuestro mundo. Tenemos que trabajar para eliminarla”.
La Carta de la compasión
Año de creación: 2009.
Firmantes: 91.529 cuando se escribió este artículo, con el respaldo de 30 destacadas organizaciones interconfesionales.
Idiomas: Más de 30.
Efectos indirectos: La Carta ha impulsado la creación de una “Red de escuelas compasivas” en Pakistán y un “Programa de ciudades compasivas” que ofrece apoyo a los municipios que se comprometan formalmente con la compasión (actualmente, las ciudades compasivas son ocho; otras 75 han presentado su candidatura). Compassionate Action Network (CAN) International es la organización creada para administrar dichas ciudades, y actualmente está diseñando programas también para las empresas.
Web: www.charterforcompassion.org