Gran parte del sistema ferroviario neerlandés se concentra en la compleja red del delta del Rin-Mosa-Escalda. Para cruzar los ríos, se han construido varios puentes. Uno de ellos es el puente ferroviario de Dordrecht, en la línea que une las ciudades de Róterdam y Breda. Cruza el río Oude Maas (Viejo Mosa), afluente del Rin, cerca de la ciudad de Dordrecht, en la provincia de Holanda Meridional.

La primera encarnación de este puente ferroviario fue inaugurada en 1872 para conectar Dordrecht con Róterdam. El puente actual fue construido entre 1990 y 1995, y consiste en una parte fija de dos puentes en celosía de doble vía y una parte móvil de dos puentes levadizos de doble vía. Las embarcaciones tienen 11,40 metros de altura libre en la parte fija del puente, y 46,50 metros en el puente levadizo cuando está abierto.

Dificultades para cumplir los requisitos de seguridad

El mecanismo de elevación es una construcción abierta, expuesta al viento, la humedad y otras posibles contaminaciones. Esta situación provocaba fallas en los rodamientos debido a la corrosión y, como resultado, dificultaba el cumplimiento de los requisitos de seguridad de las autoridades neerlandesas, que exigen a los rodamientos una vida útil de 50 años.

El operador ferroviario neerlandés ProRail contrató a SPIE, un proveedor de servicios técnicos, para que solucionara este problema. SPIE propuso utilizar rodamientos distintos a los existentes, con un diámetro exterior mayor. Un informe de evaluación independiente confirmó la idoneidad de los rodamientos seleccionados, pero el procedimiento estipulado exigía una segunda evaluación, que en este caso realizó SKF.

“Cuando empecé a estudiar esta aplicación, busqué en nuestros sistemas para ver si ya teníamos información sobre este puente”, explica Casper Duijndam, ingeniero de aplicaciones de SKF. “Resultó que un colega ya había inspeccionado los rodamientos en una ocasión anterior. En su informe, concluyó que los rodamientos presentaban un mayor riesgo de corrosión. Sin embargo, su evaluación demostró que era posible mejorar el comportamiento de los rodamientos”.

Rodamientos rentables

“Al final presentamos dos opciones a SPIE”, continúa Duijndam. “La primera se basaba en la construcción propuesta, utilizando rodamientos de rodillos a rótula sellados. La segunda utilizaba un rodamiento abierto, y agregaba sellos externos diseñados a medida con una mejor capacidad para retener el lubricante, comparado con el sello laberíntico actual. También era necesario ajustar las tapas. Finalmente se eligió la segunda opción, en parte porque estos rodamientos son más rentables y más fáciles de encontrar”.

Jaap Nieuwenhuijsen, gerente técnico de SPIE, comprobó que esta opción cumplía todos los requisitos y especificaciones de ProRail. “Comprobamos que las tapas y los manguitos suministrados por SKF tuvieran un recubrimiento especial y determinamos la dureza exacta de los materiales”, dice. “Además de garantizar el funcionamiento óptimo del puente, se ha reducido al mínimo el riesgo de corrosión de los rodamientos. Estamos muy satisfechos con la colaboración activa de SKF en este proyecto”.

Las mejores soluciones para el cliente

El objetivo de SKF es ofrecer las mejores soluciones para el cliente, dice Duijndam. “En parte gracias a los avances tecnológicos y las mejoras de los productos, nuestros clientes pueden esperar de nosotros, como proveedores, un enfoque crítico de los desafíos técnicos y nuestro asesoramiento experto”, continúa. “Se evaluarán los ajustes realizados en este proyecto piloto. Esperamos poder implementar la misma mejora en el resto de las ruedas del puente”.